Los artículos de primera necesidad no son elementos de confort: aseguran la supervivencia y el bienestar psicológico de las personas que lo pierden todo por culpa de un desastre natural o de una guerra o cuando se ven obligadas a desplazarse, o cuando sencillamente su entorno se ha deteriorado hasta tal punto que su salud y su vida están amenazadas.

El objetivo concreto de estas distribuciones es asegurar que las víctimas de un desastre tienen suficientes medios de cobijo y abrigo, artículos de higiene personal y utensilios con los que cocinar y calentarse como para preservar su salud, seguridad y dignidad.

¿Qué son?

Los artículos más comunes permiten en primer lugar asegurar condiciones mínimas de cobijo, calefacción e iluminación: tiendas de campaña o lonas de plástico y cuerdas para construirlas, herramientas y productos de limpieza, estufas y combustible, lámparas de aceite, etc. Las condiciones de descanso también tienen que estar garantizadas, mediante colchones, mantas, sábanas y mosquiteras. Además, son indispensables los utensilios de cocina: platos, vasos, cuchillos y cucharas de cocinar, boles, cacerolas, sartenes, etc. También son esenciales para la salud los artículos de higiene personal: jabón, champú, cepillo y pasta de dientes, toallas, pañales lavables, compresas, detergente... Con el fin de facilitar las distribuciones, organizamos estos artículos en kits.

Por ejemplo, las 20.000 familias (unas 100.000 personas) afectadas por unas inundaciones podrían necesitar 20.000 lonas de plástico y otros tantos bidones para agua y kits de higiene, así como 40.000 mosquiteras y al menos 40.000 mantas.

¿Cuándo las realizamos?

Somos una organización de acción médica, por lo que, siempre que sea posible, no asumimos estas actividades, para poder concentrarnos en el trabajo puramente sanitario. Pero si no hay otras organizaciones presentes en la zona o las que hay no tienen capacidad, lanzamos distribuciones de emergencia al tiempo que intentamos conseguir, mediante acciones de incidencia política, que otras organizaciones o agencias internacionales tomen el relevo. Por lo tanto, siempre estamos preparados para hacerlo, aunque no siempre tengamos que intervenir.

En caso de hacerlo, en situaciones de emergencia, cuando la población está sometida a las inclemencias y no hay otras organizaciones, cubrimos las necesidades vitales urgentes con una intervención directa; en posemergencia, cuando la situación de la población es grave pero ya hay otras organizaciones presentes, cubrimos aquellas necesidades básicas que aún no estén cubiertas; y en proyectos regulares, podemos realizar distribuciones para reducir la mortalidad y morbilidad (enfermedades epidémicas, o transmitidas por el agua, infecciones respiratorias, etc.) y para garantizar la dignidad, seguridad y bienestar de los afectados.

¿A quién distribuimos estos artículos?

Realizamos estas distribuciones de forma sistemática cuando el evento ha sido repentino y de gran amplitud: puede ser un terremoto, un huracán o un desplazamiento de población. También hacemos distribuciones masivas cuando urgen medidas preventivas para frenar el impacto del evento: tal sería el caso de un brote de malaria. Por el contrario, las distribuciones serán solo a grupos determinados de población en caso de eventos progresivos o de amplitud reducida, como unas inundaciones menores o un flujo controlado de población desplazada.

¿Cómo lo hacemos?

Los puntos de distribución tienen que estar lo más cerca posible de las personas afectadas: si estos están concentrados en un solo lugar, con un punto de distribución podría ser suficiente, pero si están dispersos, tendremos que habilitar varios. Normalmente se crean circuitos sencillos mediante mallas de delimitación y una entrada y salida únicas, para acelerar la recogida y asegurar que todo el mundo recibe los artículos que necesita. Estas campañas deben anunciarse por todos los medios: mediante megafonía en los barrios, posters o anuncios en la radio, informamos de cuándo y dónde tendrá lugar la distribución, qué personas pueden beneficiarse, qué artículos recibirán y que serán gratuitos.

En 2019, nuestros equipos distribuyeron 346.900 kits de artículos de primera necesidad a otras tantas familias, entre otras, a víctimas de la guerra y la violencia y a poblaciones refugiadas, desplazadas o migrantes por todo el mundo.

Cuando se producen desastres naturales de gran magnitud, la ayuda internacional tiende a concentrarse en las zonas de fácil acceso, ya que llegar a las áreas remotas o incomunicadas requiere una capacidad logística que no todas las organizaciones de ayuda tienen. En estos casos, hacemos todo lo posible por llegar a estas áreas, donde muy probablemente también habrá personas necesitadas de ayuda que no la están recibiendo.