Alertamos en la ONU de que los acuerdos de paz no se traducen en resultados para la población en el este de la RDC

Nuestro presidente internacional, Javid Abdelmoneim, ha intervenido hoy ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en Nueva York, para alertar sobre la situación humanitaria en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

Durante su intervención ha criticado que los acuerdos de paz en curso no están teniendo consecuencias visibles para la población del país, que sigue expuesta a niveles alarmantes de violencia, desplazamiento y privación. "Nuestros pacientes describen haber huido de aldeas bombardeadas y haber presenciado una brutalidad extrema", ha subrayado. "Los compromisos asumidos en las capitales tienen poco valor cuando no se acompañan de medidas concretas sobre el terreno. Mientras los civiles sigan siendo tratados como reemplazables, ningún proceso político traerá alivio real."

"De hecho, la tinta apenas se ha secado en el acuerdo firmado en Washington, y el M23 ya ha lanzado una ofensiva masiva sobre Uvira, desplazando a unas 200.000 personas de sus hogares (40.000 de ellas hacia Burundi), una evidencia contundente de que la promesa de paz oculta un panorama de violencia persistente a gran escala. Cada vez está más claro que los esfuerzos de paz en curso están sirviendo para consolidar los intereses extractivos de actores poderosos en lugar de brindar alivio al pueblo de la RDC", ha denunciado.

Nuestro presidente internacional ha señalado que todas las fuerzas estatales y los grupos armados no estatales implicados en el conflicto han cometido graves violaciones del derecho humanitario internacional. "Asesinatos sumarios, violencia sexual, saqueos y bloqueo de la asistencia humanitaria", ha recalcado.

Asimismo, ha alertado del colapso del sistema sanitario, provocado por el peso combinado de la violencia, el abandono crónico, los desplazamientos masivos y los recortes a la ayuda humanitaria. "En muchas áreas, hasta el 85% de las instalaciones médicas enfrentan una escasez crítica de medicamentos. Casi el 40% del personal de salud ha abandonado su puesto, y más de la mitad de las instalaciones que hemos evaluado han cerrado o han resultado dañadas", ha enumerado.

En la misma línea, ha hecho especial énfasis en la emergencia de violencia sexual que se vive especialmente en el este de la RDC. "Solo en los primeros seis meses de este año, casi 28.000 supervivientes buscaron atención en instalaciones que apoyamos en el este de la RDC. Eso equivale a una media de 155 mujeres cada día. La magnitud y normalización de la violencia sexual reflejan un colapso profundo de la protección comunitaria y una casi total ausencia de rendición de cuentas. Las mujeres y niñas nos dicen que la violencia sexual no solo se teme, sino que se espera".

Ante esta realidad, nuestro presidente internacional ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que aporte los recursos "que exige esta crisis", y ha insistido en la importancia de llevar a cabo acciones concretas para proteger a la población civil de República Democrática del Congo. "Los avances no pueden medirse por la cantidad de acuerdos firmados, sino por si las personas están más seguras en sus hogares, en las carreteras que recorren y en los lugares donde buscan atención."