Atención vital para los más pequeños en el norte de Afganistán: más de 366.000 pacientes atendidos en dos años

En el norte de Afganistán, la falta de financiación, la escasez de personal médico y la suspensión de servicios públicos han dejado a miles de familias sin acceso a atención esencial.

MSF
03/12/2025
Mohammad Reza, promotor de salud de MSF, imparte una sesión grupal a las familias y cuidadores de los niños ingresados en la sala de pediatría del Hospital Regional Abo Ali Sina, en Mazar i Sharif, Afganistán

Solo en el Hospital Abu Ali Sina de Mazar i Sharif, que apoyamos por MSF, se han evaluado más de 366.000 pacientes, atendido a 8.477 niños y niñas, y a 17.853 recién nacidos en cuidados intensivos desde 2023. A diario llegan menores con sarampión, neumonía, desnutrición grave y otras enfermedades totalmente tratables, pero cuyo pronóstico depende de que logren llegar a tiempo. El aumento constante de casos está llevando al límite la capacidad hospitalaria.

“La primera vez que mi hijo Umar* contrajo sarampión, tuvo una fiebre muy alta”, cuenta Farzana Ismail, madre de Umar. “Ni siquiera podía abrir los ojos y no dejaba de llorar. Su estado era realmente grave. Durante cinco días después de que apareció el sarampión, sus ojos permanecieron cerrados, lloraba sin parar. Cuando finalmente el sarampión desapareció, desarrolló neumonía, y empeoró.

Gastamos entre 10.000 y 15.000 afganis (unos 150-225 dólares) en su tratamiento en la ciudad de Maymana y otros 3.000 afganis (unos 45 dólares USD) en Mazar i Sharif. Pero desde que lo trajimos aquí, a la sala infantil del hospital apoyado por MSF en Mazar i Sharif, todos los tratamientos son gratuitos”.

En Mazar i Sharif, provincia de Balkh, en el norte de Afganistán, el acceso a atención médica gratuita y de calidad sigue siendo un desafío urgente que afecta el bienestar de millones de personas. A pesar de la necesidad crítica de sistemas sanitarios sólidos, muchas comunidades y familias, como la de Farzana, enfrentan graves barreras para acceder a servicios esenciales en todos los niveles: desde la atención primaria hasta los tratamientos especializados. Esto incluye salud reproductiva, programas de inmunización, apoyo en salud mental y psicosocial, y derivaciones médicas cruciales. Estas carencias pueden tener consecuencias profundas en la salud de la población.

Nuestros equipos son testigos de la necesidad urgente de un apoyo integral (que abarque desde mejorar la infraestructura sanitaria hasta contar con personal médico mejor capacitado) para reducir muertes evitables y mejorar la salud general de las personas. Al mismo tiempo, es necesario abordar las barreras socioeconómicas y culturales que limitan el acceso de las familias a la atención.

  • Un promotor sanitario de MSF imparte una sesión sobre concienciación sanitaria a madres y cuidadores de recién nacidos en los pasillos del Hospital Regional Abo Ali Sina, en Mazar-i-Sharif (Afganistán).

Barreras para acceder a la atención médica: desafíos de infraestructura y económicos

“Primero llevé a mi hija Asma* con médicos privados en Dawlatabad y luego a la ciudad de Maymana”, dice Ayesha*, madre de Asma. “Después la llevé a Andkhoy, no mejoró, y de allí la traje al Hospital Abu Ali Sina en la ciudad de Mazar i Sharif. Las medicinas le ayudaban unos días, pero luego volvía a enfermarse. Algunos doctores decían que tenía un problema estomacal; otros, que estaba anémica. Hemos gastado entre 5.000 y 6.000 afganis (unos 75-90 dólares) en su tratamiento”.

En la región, muchos centros de salud carecen de recursos, personal o son inaccesibles para comunidades remotas. En Balkh, el número limitado de centros médicos en funcionamiento está saturado, lo que provoca salas abarrotadas, largas esperas y personal sobrecargado.

La situación es especialmente crítica para quienes llegan de distritos rurales alrededor de Mazar i Sharif, donde los servicios de salud han sido suspendidos o cerrados por recortes de financiación. Las familias deben recorrer largas distancias por carreteras en mal estado para llegar a un centro funcional, pagando transporte que apenas pueden costear. Esta carga afecta de forma desproporcionada a mujeres en trabajo de parto, pacientes con enfermedades crónicas y niños y niñas con afecciones agudas.

Estos grupos requieren atención especializada y oportuna, pero la falta de un sistema eficiente de derivación complica su acceso a niveles superiores de tratamiento. En Balkh, los sistemas de referencia suelen ser deficientes. Muchos prestadores de salud no cuentan con los recursos o conocimientos necesarios para derivar adecuadamente a los pacientes hacia centros de atención secundaria o terciaria. A esto se suman dificultades de transporte y la inseguridad en ciertas zonas, lo que retrasa o impide el traslado de pacientes a instalaciones especializadas.

Estas brechas aumentan el riesgo de enfermedades y muertes prevenibles. Las altas tasas de mortalidad infantil, impulsadas por enfermedades prevenibles como neumonía, diarrea y malnutrición, subrayan la urgente necesidad de mejorar el acceso sanitario.

  • Abdul Mujeeb, enfermero de MSF, atiende a Zainab, una niña de dos años y medio que acaba de llegar a la sala de urgencias de la unidad pediátrica de MSF en el Hospital Regional Abo Ali Sina, en Afganistán.

Nuestra atención médica vital en el Hospital Abu Ali Sina en Mazar i Sharif

En agosto de 2023, comenzamos a apoyar el hospital Abu Ali Sina en Mazar i Sharif en colaboración con el Ministerio de Salud. Nuestros equipos trabajan para fortalecer la capacidad del hospital en la atención especializada infantil. Esto incluye apoyo a la unidad de cuidados intensivos pediátricos (PICU), la unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU), la sala de aislamiento para sarampión y la sala de emergencias, que brinda tratamiento vital para niños y niñas de hasta 14 años. Estos esfuerzos buscan mejorar la calidad de la atención crítica y de urgencia para los pacientes jóvenes y reducir la mortalidad infantil y neonatal.

MSF brindamos apoyo continuo a la PICU, NICU y salas neonatales mientras garantizamos medidas de preparación ante emergencias. Tras el terremoto del 3 de noviembre de 2025, que afectó Mazar i Sharif, MSF y el Ministerio de Salud activamos un plan de respuesta y donamos suministros médicos para la comunidad y para el Hospital Regional Abu Ali Sina, garantizando tratamiento oportuno y efectivo para los heridos.

Durante los dos años del proyecto, nuestros equipos han observado un aumento significativo de pacientes, con una media de 3.000 menores evaluados cada semana. Al llegar, los pacientes se clasifican según la gravedad de su condición mediante un sistema de triaje por colores: rojo para casos críticos, amarillo para moderados y verde para leves. Los niños y recién nacidos en estado grave reciben intervenciones inmediatas; los casos moderados reciben evaluación y tratamiento urgentes. Los clasificados como amarillo o verde son derivados al Departamento de Salud para seguimiento.

La NICU tiene capacidad para 154 camas y la PICU para 38. Además, la sala de aislamiento para sarampión cuenta con 28 camas. Debido al elevado número de ingresos, es común ver más de un niño o niña por cama, ya que la falta de espacio no permite otra alternativa para garantizar atención a todos.

Vemos lo rápido que puede deteriorarse la condición de los niños cuando llegan tarde o cuando sus familias no pueden costear tratamiento en otro lugar. Muchos de nuestros jóvenes pacientes llegan en estado crítico (con sarampión, neumonía o desnutrición grave). Solo en octubre, nuestro equipo admitió 1.211 pacientes en PICU y NICU, y 95 en la sala de aislamiento para sarampión. Han tratado una amplia gama de afecciones, como sarampión, sepsis neonatal, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas y respiratorias graves.

  • Yusuf habla con su médico mientras recibe tratamiento en la unidad de cuidados intensivos pediátricos de MSF en el Hospital Regional Abo Ali Sina, en Mazar i Sharif (Afganistán).

Desde 2023, nuestros equipos han evaluado a 366.002 pacientes y brindado atención a más de 8.477 pacientes pediátricos de 14 años o menos, 17.853 neonatos en cuidados intensivos, 6,417 pacientes en la sala de aislamiento para sarampión y han atendido 122-143 casos en la sala de emergencias.

Cuando los niños y niñas son hospitalizados, sus familiares (generalmente sus madres) permanecen con ellos para brindar cuidados y apoyo emocional. Nuestros equipos trabajan activamente con los cuidadores mediante actividades regulares de educación sanitaria, tanto individuales como grupales. Esto ayuda a las familias a comprender mejor la condición del menor, el tratamiento y las prácticas esenciales para mantener la higiene y prevenir infecciones.

También ofrecemos apoyo psicosocial y de salud mental a las familias, reconociendo la carga emocional y la ansiedad que pueden acompañar la hospitalización de un menor. Consejeros y personal especializado brindan sesiones para ayudarles a manejar el estrés y fortalecer su resiliencia durante su estancia.

El equipo también implementa medidas de prevención y control de infecciones en todo el hospital para garantizar un entorno seguro e higiénico. Como parte de estas acciones, construimos una lavandería totalmente equipada en el hospital Abu Ali Sina para reforzar las prácticas de control de infecciones y reducir el riesgo de infecciones intrahospitalarias.

En los últimos meses, la combinación de la reducción de fondos y el aumento de pacientes ha ejercido presión sobre los servicios de salud restantes. Aunque MSF no nos vemos directamente afectados por los recortes gracias a nuestra financiación independiente, nuestros equipos siguen comprometidos con brindar atención vital y abogar por una financiación sostenida que garantice que los pacientes reciban el tratamiento que necesitan. Mantener la inversión por parte de organizaciones humanitarias e instituciones internacionales es esencial para preservar la calidad del servicio, proteger al personal sanitario del agotamiento y salvaguardar la salud de los niños.