Soanary, madre de un niño de 4 años que padece desnutrición y malaria, describe su periplo: "Tras ver que el estado de mi hijo se deterioraba, decidí ir al centro de salud más cercano. Para llegar, tuve que caminar durante cuatro horas y atravesar agua, llevando a mi hijo a cuestas".

MSF
24/04/2024

Madagascar es uno de los países más afectados por la malaria. Según el Ministerio de Salud Pública, el número de casos de malaria registrados en 2023 superó el umbral epidémico nacional: se registraron 2,8 millones de casos y 400 muertes, frente a los 1,7 millones de 2022.

En el distrito de Ikongo, donde prestamos atención sanitaria y nutricional, la población se enfrenta a una doble crisis de malaria y desnutrición, agravada por los problemas geográficos. Los niños y niñas menores de 5 años corren especial riesgo de sufrir complicaciones. Según USAID, la malaria afecta a cerca del 7,5% de los menores de 5 años del país.

Carreteras casi inutilizables

La temporada alta de la malaria coincide con la época de ciclones y lluvias, de octubre a mayo. Durante esta época, a la gente le resulta extremadamente difícil acceder a los centros de salud, lo que pone aún más en peligro la vida de los niños desnutridos. 

El Dr. Nantenaina, médico del Centro de Alimentación Terapéutica Intensiva (ITFC) que gestionamos, explica: "Cuando llueve mucho, resulta difícil atender a los niños. Los caminos se llenan de barro, se inundan y quedan inutilizables. Es una lucha tanto para los trabajadores sanitarios como para los pacientes desplazarse, lo que dificulta el acceso de los pacientes a los centros de salud o que podamos enviarlos de vuelta a casa".

En zonas de difícil acceso como Ikongo, la distancia entre los hogares y los centros sanitarios es considerable. Soanary, madre de un niño de 4 años que padece desnutrición y malaria, describe su periplo: "Tras ver que el estado de mi hijo se deterioraba, decidí ir al centro de salud más cercano. Para llegar, tuve que caminar durante cuatro horas y atravesar agua, llevando a mi hijo a cuestas".

Soanary no es la única que se enfrenta a esta situación. La falta de transportes y el mal estado de las carreteras dificultan el acceso de las comunidades a los centros de salud, sobre todo durante las temporadas de lluvias y ciclones. Como consecuencia, la gente solo busca atención médica cuando su salud se ha deteriorado hasta alcanzar un estado crítico.

El cambio climático, en el centro de la crisis

Madagascar es uno de los países más amenazados por el cambio climático. El país se ha visto gravemente afectado por fenómenos meteorológicos extremos, que han dificultado el acceso a los centros sanitarios y han socavado el estado general de salud y nutrición. Esta situación ha desempeñado un papel importante en el aumento de la malaria y la desnutrición.

Según la Organización Mundial de la Salud, las tasas de casos de malaria y muertes por esta enfermedad aumentaron entre un 25% y un 55% entre 2015 y 2022. Además, el Informe Mundial sobre la Malaria 2023 destaca que estas tasas aumentaron más de un 100% entre 2000 y 2022.

Los cambios en la temperatura y las precipitaciones, así como las olas de calor e inundaciones importantes, pueden afectar al comportamiento y la supervivencia del mosquito Anopheles, provocando un aumento de la transmisión de la enfermedad en las comunidades. En el distrito de Ikongo, que ya experimenta un clima tropical húmedo, los efectos de la crisis climática son especialmente graves. La población se ve privada de asistencia sanitaria, lo que agrava una situación nutricional ya de por sí comprometida.

Además, muchos pueblos de Ikongo están rodeados de pantanos y ríos. Las fuertes lluvias provocan la inundación de plantaciones y arrozales, empeorando las ya precarias condiciones nutricionales de la zona.

"Durante la temporada de lluvias, nuestros centros de salud reciben muchos casos de malaria", explica Evelyne, enfermera del centro de salud primaria de Ikongo. "Tenemos al menos un nuevo caso de niño desnutrido que además padece malaria grave cada semana durante la estación de lluvias", dice el Dr. Nantenaina, médico del Centro de Alimentación Terapéutica Intensiva que gestionamos.

MSF en Ikongo, Madagascar

Estamos presentes en Ikongo desde 2022. Desde entonces hasta marzo de 2024, nuestros equipos médicos, en colaboración con las autoridades sanitarias y promotores de salud malgaches, han diagnosticado y tratado a 2.205 niños y niñas con desnutrición y malaria, 256 de ellos este año.

En respuesta a la inseguridad alimentaria exacerbada por varios fenómenos climáticos y ciclones, hemos incrementado nuestras actividades en el sur del país, que ha sido el más afectado.

Actualmente, prestamos apoyo a siete centros de salud primaria y dos clínicas nutricionales intensivas para diagnosticar y tratar a niños y niñas con desnutrición en el distrito de Ikongo.