Las graves inundaciones en Nigeria amenazan con dejar paso al cólera y la malaria
Nuestras respuestas de emergencia trabajan para lidiar con las consecuencias de las inundaciones en Maiduguri y Gumi, en el norte de Nigeria, donde la población ya se enfrenta a importantes retos como la desnutrición, la persistente inseguridad y la falta de acceso a la atención sanitaria. Ahora, las enfermedades transmitidas por el agua fruto podrían agravar aún más la situación.

Médicos Sin Fronteras estamos muy preocupados por el importante riesgo de malaria y enfermedades transmitidas por el agua, incluido el cólera, tras las recientes inundaciones que han arrasado amplias zonas de Maiduguri. También se teme que esta crisis pueda aumentar los niveles de desnutrición en la zona. Pedimos ayuda adicional urgente, especialmente en términos de agua, saneamiento y atención médica, para proteger a la población, ya muy afectada por la inseguridad a largo plazo y unos niveles de desnutrición sin precedentes.
El 10 de septiembre, las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de la presa de Alau, en el estado de Borno, lo que causó graves inundaciones en la ciudad de Maiduguri y sus alrededores. El diluvio afectó gravemente a casas, mercados, campos, ganado y varias instalaciones sanitarias. Según las autoridades del estado de Borno, cerca de 400.000 personas han sido registradas en 30 emplazamientos provisionales de desplazados, la mayoría de los cuales son escuelas con escasas letrinas y falta de agua potable.
-
Escombros de casas destruidas por las inundaciones en Maiduguri, estado de Borno, noreste de Nigeria. © Abba Adamu Musa/MSF
“Estamos muy preocupados por las precarias condiciones de vida y los posibles brotes de cólera y malaria”, afirma Issaley Abdel Kader, nuestro coordinador general en Nigeria. “El número de niños y niñas afectados por malaria y diarrea acuosa aguda ya había empezado a aumentar antes de las inundaciones, y hemos visto algunos con signos clínicos de cólera desde las inundaciones. Tememos que el número de casos aumente si no se incrementa el apoyo médico y humanitario, especialmente en materia de agua, saneamiento e higiene”.
La semana pasada, nuestros equipos acudieron a varios emplazamientos de desplazados (Galtimari, Yerwa, Ali Sheriff, Vocational Enterprise Institute, Teachers Village) para evaluar las necesidades de la población e iniciar la prestación de servicios esenciales como el acceso al agua mediante camiones cisterna y tanques de agua, la instalación y reparación de letrinas y la distribución de mosquiteras. Nuestros equipos también están llevando a cabo consultas externas en los emplazamientos, incluido el apoyo a la salud mental, y derivando a los pacientes críticos a las instalaciones que apoyamos. Dados los riesgos que plantean la malaria y el cólera, también planeamos ampliar en 100 camas el centro pediátrico que apoyamos con el fin de para hacer frente a la demanda del probable aumento de casos de malaria. Los equipos han empezado a montar un centro de tratamiento del cólera que puede ampliarse a 100 camas, si es necesario.
El gobierno del estado de Borno ha anunciado el cierre y la fusión de la mayoría de los emplazamientos de desplazados en los próximos días. Planean mantener tres emplazamientos principales para alojar a las personas que aún no tienen dónde quedarse durante una semana más, y próximamente se llevará a cabo una vacunación masiva contra el cólera.
-
Personas en un recinto destruido por las inundaciones en Maiduguri, estado de Borno, noreste de Nigeria. © Abba Adamu Musa/MSF
“Todas las partes implicadas en la respuesta humanitaria deben seguir prestando asistencia a las personas afectadas por las inundaciones mientras sea necesario y garantizar el acceso inmediato y fácil a la atención médica para quienes la necesiten. El cierre de la mayoría de los emplazamientos significa que muchas personas se encontrarán en una situación muy vulnerable. Para los que permanezcan en los emplazamientos, hay que tomar medidas inmediatas para mejorar rápidamente las condiciones higiénicas, incluido el acceso a letrinas, agua potable y mosquiteras”, afirma el Dr. Issaley.
El apoyo a las comunidades no solo será necesario en los nuevos lugares de desplazamiento. Mucho antes de las inundaciones, toda la población de Maiduguri se enfrentaba ya a enormes problemas, entre ellos una de las peores crisis de desnutrición registradas en el noreste de Nigeria. En los últimos meses, cientos de niños y niñas gravemente desnutridos ingresaban cada semana en nuestro hospital de atención nutricional.
“Los ingresos en las instalaciones nutricionales acababan de empezar a reducirse cuando se produjeron las inundaciones”, afirma el Dr. Ashok Shrirang Sankpal, nuestro coordinador médico adjunto Nigeria. “Con los mercados y negocios fuertemente afectados, la cosecha dañada y el ganado arrastrado por las aguas, existe una gran preocupación de que la tendencia a la baja se invierta y los ingresos empiecen a aumentar de nuevo”.
Esta es la segunda vez en pocas semanas que hemos tenido que poner en marcha respuestas de emergencia relacionadas con las inundaciones en el norte de Nigeria. En agosto, en Gummi, en el estado de Zamfara, las graves inundaciones destruyeron casas y granjas y dejaron miles de nuevos desplazados. Al igual que Maiduguri, la población de esta zona ya se enfrenta a importantes retos como la desnutrición, la persistente inseguridad y la falta de acceso a la atención sanitaria. En las últimas semanas, hemos ayudado a las comunidades de Gummi suministrando agua potable, reparando pozos de sondeo y distribuyendo kits que incluyen láminas de plástico para refugios temporales y mosquiteras.
-
Apoyamos la lucha contra el brote de meningitis en el noroeste de Nigeria
-
Nigeria: la desnutrición infantil alcanza niveles críticos mientras disminuye la ayuda humanitaria
-
Así mejoramos la atención a los pacientes gracias a la energía solar
-
La desnutrición alcanza niveles "extremadamente críticos" en el noroeste de Nigeria y se ceba con los más pequeños