Siria: el cerco de Guta oriental, una inhumana carrera contrarreloj para salvar vidas

El terrible asedio de Guta oriental impide al personal médico recibir instrumentos médicos esenciales para salvar vidas. En dos días y medio, los ataques aéreos se han cobrado la vida de 237 civiles y hay unos 1.285 heridos.

MSF
21/02/2018

El asedio que sufre la población de Guta oriental, en el centro de Siria y cerca de Damasco, la capital, se ha convertido en el mayor y más terrible cerco desde el inicio de la guerra en el país, hace más de seis años.

Desde el pasado lunes 19 de febrero, los cada vez más intensos ataques aéreos y fuego de artillería han matado a unos 237 civiles –aunque se estima que podrían ser mucho más- y han herido a otros 1.285.

Así nos han informado desde las instalaciones médicas que apoyamos en la zona controlada por la oposición y que se ha convertido ahora en un inhumano cerco a poca distancia de Damasco.   

Además, en tan solo tres días, los ataques han destrozado o dañado parcialmente 13 hospitales y clínicas que apoyamos de forma permanente o puntual. El cerco a Guta oriental está impidiendo que el personal médico y sanitario reciba instrumental esencial para salvar vidas: mina el sistema sanitario cuando resulta más vital.

En esta zona, el volumen de muertos y heridos ya era elevado; hasta el pasado domingo 18 de febrero, los hospitales y clínicas que apoyamos allí habían registrado más de 1.600 heridos y 237 muertos.

Pero el aumento de los ataques ha provocado 1.285 heridos y 237 muertos en tan solo dos días y medio, según informan 10 instalaciones médicas que apoyamos y ocho a las que hemos provisto de materiales de cuidados de urgencia.

Urgencia máxima

Estas cifras han sido recogidas entre el 18 de febrero y la mañana del 21 de febrero y son solo una parte de las pérdidas humanas causadas por los bombardeos, ya que el resto de centros médicos ha tratado también una cifra relevante de heridos que aumentaba hora tras hora.    

“La necesidad de atención médica urgente y vital ahora en Guta oriental es la más urgente de la que tenemos noticia desde que empezó la guerra”, explica Lorena Bilbao, nuestra responsable de operaciones en Siria. 

“Podemos mantener el suministro de instrumental básico a los centros que apoyamos regularmente, así como realizar donaciones puntuales a otros centros que lo necesiten. Pero hay materiales a los que no tenemos acceso que supondrían una gran mejoría al trabajo de los médicos sirios en terreno. Hacemos una petición a aquellos dentro y alrededor de Guta oriental que disponen de suministros médicos para que garanticen urgentemente el acceso a estos stocks a los médicos de este lugar. De ellos dependen muchas vidas”, subraya.

El asedio a Guta oriental está impidiendo que suficiente material médico, que ahora mismo resulta vital, llegue a manos de los médicos. Incluso en las escasas ocasiones en que se permite el acceso a los convoyes de Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), artículos como, por ejemplo, los anestésicos son sistemáticamente prohibidos o confiscados. Hay algunos stocks médicos dentro de la zona a los que los médicos no tienen acceso a día de hoy.

Aunque seguimos siendo capaces de suministrar material médico y fármacos esenciales, el cerco a Guta oriental hace que la provisión sea precaria. Además, si el asedio continúa, los stocks de MSF terminarán por agotarse.

En estos momentos, contamos con suministros de bolsas de líquido intravenoso suficientes para cubrir unos 200 casos de trauma severo y 2.000 casos moderados, y suturas para el tratamiento de heridas o cirugía para entre 2.000 y 3.000 pacientes.

Pero MSF y las instalaciones que apoyamos nos hemos quedado sin bolsas de sangre, anestésicos generales y antibióticos por vía intravenosa, que son fundamentales para cirugías mayores. Esta falta de suministros médicos esenciales resulta extremadamente alarmante, particularmente si la intensidad del conflicto continúa como hasta ahora.

Hacemos un llamamiento urgente al Gobierno de Siria, a todas las demás partes en conflicto, y a los comerciantes de Guta oriental que puedan estar almacenando artículos médicos, para que estos suministros estén disponibles de inmediato para las instalaciones.

De acuerdo al Derecho Internacional Humanitario, reiteramos nuestro llamamiento para que se respete y se garantice la seguridad del personal médico, los pacientes y las instalaciones médicas: insistimos también en la necesidad de que se permita la evacuación de pacientes críticos.

Gestionamos directamente cinco centros de salud y tres equipos de clínicas móviles en el norte de Siria, y apoyamos a otras cinco instalaciones. También brindamos apoyo a distancia a alrededor de 50 estructuras de salud en todo el país en áreas donde nuestros equipos no pueden estar presentes directamente, incluido el apoyo regular a 11 instalaciones en Guta oriental, así como donaciones médicas de emergencia a otros centros cuando se necesitan urgentemente. Ningún miembro de nuestra organización está presente en las instalaciones que apoyamos.  No contamos con proyectos en las zonas de Siria controladas por el Estado Islámico, ya que no hemos obtenido garantías de seguridad e imparcialidad por parte de sus líderes. Así mismo, no podemos trabajar en áreas controladas por el Gobierno, ya que todas las solicitudes que hemos hecho desde el inicio de la guerra hasta ahora han sido denegadas. Para asegurar nuestra independencia de cualquier presión política, no aceptamos fondos de ningún gobierno para nuestro trabajo en Siria.