Cada año, del 1 al 7 de agosto, más de 170 países celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna con el objetivo de visibilizar y promover la lactancia como un derecho y una práctica fundamental para la salud de niños, niñas y de las mujeres que amamantan.

Médicos Sin Fronteras aprovechamos esta fecha para repasar nuestro trabajo en las distintas rutas migratorias de Latinoamérica, donde los desafíos para amamantar se intensifican, y reafirmar así la importancia de garantizar este derecho incluso en las situaciones más adversas.

¿Por qué es tan importante la lactancia materna?

La leche materna, y especialmente el calostro1, contiene todos los nutrientes y anticuerpos esenciales que un bebé necesita durante sus primeros seis meses de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye una de las formas más efectivas de asegurar la salud y supervivencia del lactante. Sin embargo, menos de la mitad de los y las recién nacidos son alimentados exclusivamente con leche materna durante ese período crítico.2

Además de sus aportes nutricionales, la lactancia contribuye a fortalecer el vínculo temprano entre madre y recién nacido. El contacto piel a piel, el tiempo compartido y la mirada sostenida durante la lactancia favorecen el apego, lo que tiene efectos positivos en el desarrollo emocional durante este período crucial.3

También se asocia con múltiples beneficios adicionales. En las y los bebés, ayuda a prevenir enfermedades crónicas en el futuro y promueve el desarrollo emocional e intelectual. Para las madres, facilita una recuperación rápida tras el parto y reduce el riesgo de enfermedades como cáncer de mama y de ovario, diabetes e hipertensión, así como depresión posparto.

Por último, la lactancia tiene un impacto positivo en lo económico y lo ambiental: no implica gastos y no genera residuos, por lo que representa una opción sostenible y accesible.

  • Madre e hijo migrantes en México.

¿Qué condiciones hacen posible una lactancia exitosa?

Una lactancia sostenida no depende solo de la voluntad de la madre. Requiere tiempo, energía, acompañamiento y una serie de condiciones esenciales:

  • Acceso a una alimentación suficiente y balanceada
  • Apoyo emocional y contención
  • Espacios seguros y privados para amamantar
  • Inicio temprano de la lactancia, idealmente en las primeras horas de vida
  • Amamantar exclusivamente durante los primeros seis meses
  • Información clara y actualizada sobre las prácticas de lactancia
  • Técnica adecuada, así como preparación y educación sobre lactancia
  • Condiciones que permitan una higiene mínima

Sin embargo, estas condiciones no siempre están garantizadas. En contextos de migración forzada, desplazamientos o crisis humanitarias, las barreras se intensifican, dificultando aún más el sostenimiento de la lactancia.

¿Cuáles son los desafíos de lactar en las rutas migratorias de Latinoamérica?

Durante el final de 2024 y el primer trimestre de 2025, la región vivió una serie de cambios que afectaron directamente a las personas migrantes. El gobierno estadounidense puso en marcha medidas migratorias muy restrictivas, como la eliminación de la aplicación para iniciar procedimientos de asilo CBP One y el endurecimiento de las medidas de seguridad en toda la frontera entre Estados Unidos y México. Tales medidas generaron un impacto inmediato y, entre enero y febrero de 2025, las rutas migratorias en América Central y México registraron una baja en el flujo de personas. Sin embargo, esto no se tradujo en mejores condiciones.

Si bien todas las personas se encuentran en situación de vulnerabilidad, el impacto es más profundo en mujeres, niños y niñas. En los últimos años, nuestros equipos han visto cada vez más familias encabezadas por mujeres que viajan solas o con menores, quienes muchas veces enfrentan:

  • Desnutrición y falta de acceso a alimentos adecuados
  • Ausencia de espacios seguros para descansar o amamantar
  • Cansancio físico extremo y estrés emocional
  • Exposición a situaciones de violencia, incluso sexual

Estos contextos y situaciones no solo ponen en riesgo la salud de la madre, sino que también afectan directamente al bebé, limitando la posibilidad de amamantar de forma segura y continua.

  • Niños y niñas de la caravana de migrantes llegada a Huxtla, Chiapas, México.

¿Cuál ha sido nuestra respuesta?

En este contexto, Médicos Sin Fronteras hemos brindado atención médica y psicológica a niños, niñas y familias en tránsito en puntos clave de Latinoamérica como México, Honduras, Guatemala y Panamá mediante clínicas móviles, albergues y un centro de atención integral.

Entre enero y febrero de 2025 en los proyectos de México, Guatemala, Honduras y Panamá nuestros equipos:

  • Proporcionaron más de 90.000 consultas de atención primaria, muchas de ellas a mujeres embarazadas o con bebés.
  • Realizaron 11.850 consultas de salud sexual y reproductiva, que incluyen planificación familiar, consultas prenatales y postnatales.

La dinámica cambiante de las rutas migratorias en México y otras regiones del continente exige una constante adaptación de nuestras actividades, ya que priorizamos aquellas zonas donde las necesidades humanitarias son más urgentes debido a los altos niveles de violencia y las múltiples adversidades que enfrentan las personas migrantes en su trayecto. Además, ofrecemos asistencia a personas retornadas y deportadas.

Cuidar a las madres es cuidar a los bebés

En la ruta migratoria de Latinoamérica, hemos brindado atención integral a madres lactantes, facilitado la atención médica, una alimentación complementaria y equilibrada, así como apoyo nutricional en casos de desnutrición infantil. El cuidado tanto de las madres como de los y las bebés es esencial durante el período de lactancia, ya que de ello depende el desarrollo saludable de ambos.

Proteger la lactancia en contextos de crisis no puede depender únicamente del esfuerzo individual. Es imprescindible contar con políticas públicas efectivas que garanticen el acceso a alimentos, espacios seguros y, en muchos casos, la posibilidad de descanso para las madres.


1 El calostro es la primera leche producida por el pecho, comenzando a generarse en la mitad del embarazo (12-18 semanas) y continuando durante los primeros días después del nacimiento del bebé. Se trata de una leche muy concentrada, espesa y pegajosa; Suele ser de color amarillo, clara o blanca, pero también puede ser de otros colores. Está compuesto por factores inmunológicos, proteínas, azúcares y grasas. (La Liga de la Leche Internacional, s.f.).

2 Organización Mundial de la Salud. Lactancia materna.

3 Asociación Civil Argentina de Puericultura. ¿Qué es la puericultura?