En todo el mundo, más de 1.000 millones de personas están afectadas por Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). A pesar de esta cifra abrumadora, estas enfermedades aún hoy son ignoradas. La mayoría de las personas afectadas viven en las zonas más marginadas del mundo: en las áreas más remotas de los países más pobres.

MSF
30/01/2025

Estas enfermedades causan sufrimiento, desfiguración y estigmatización. Muchas son extremadamente dolorosas y, con frecuencia, mortales. Sin embargo, pueden tratarse y también prevenirse. En el Día Mundial de las ETD Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) que se celebra hoy, 30 de enero, busca poner el foco en ellas y recordar a los gobiernos de los países afectados, a las compañías farmacéuticas, a los filántropos y a los gobiernos de los países ricos —todos con el poder de ayudar— que aún queda mucho por hacer.

Este Día Mundial de las ETD, hacemos un balance del progreso logrado en la prevención, el control, la eliminación y la erradicación de estas enfermedades, así como de los enormes desafíos que aún persisten. He aquí 5 logros importantes y 5 de los mayores obstáculos que siguen impidiendo el avance en la lucha contra las ETD.

  • Prueba de malaria durante triaje

5 avances recientes en la lucha contra las ETD

 

1. El noma, una enfermedad especialmente mortal para la infancia, al fin añadida a la lista de ETD en 2023

El hecho de que las causas exactas del noma sean aún un misterio es fiel reflejo de lo desatendida que está esta enfermedad. En 2023, el noma finalmente se incluyó en la lista oficial de ETD, lo que podría suponer un cambio crucial.

Debido a la escasa investigación, a las dificultades para llegar a las personas afectadas y al estigma que las obliga a permanecer ocultas, se desconoce el número exacto de personas impactadas por esta enfermedad. Las estimaciones actuales tienen más de 25 años y sugieren que cada año aparecen 140.000 nuevos casos, mientras que 770.000 personas viven con sus secuelas.

El término ‘noma’ proviene de una palabra griega que significa ‘devorar’, porque eso es lo que hace en la piel. Comienza en la boca, donde las úlceras se desarrollan rápidamente y se convierten en gangrena, destruyendo los tejidos. Si se detecta a tiempo, es fácilmente tratable con antibióticos, pero cuando la gangrena avanza, el 90% de los niños y niñas afectados muere. Los supervivientes quedan con graves desfiguraciones faciales y, en muchos casos, con discapacidades físicas que dificultan el habla y la alimentación. El estigma social es tan fuerte que muchas familias ocultan a las personas afectadas.

Nigeria lideró la campaña para incluir el noma en la lista de ETD, con nuestro respaldo y el de otras organizaciones. Desde hace más de una década, MSF apoyamos al Ministerio de Salud de Nigeria con un hospital en Sokoto especializado en noma, proporcionando tratamiento, cirugía reconstructiva, apoyo en salud mental y actividades comunitarias. Con la inclusión de esta enfermedad en la lista de ETD, se espera más inversión en su investigación, prevención y tratamiento.

  • Paciente con desnutrición y noma. Kano, Nigeria.

2. El END Fund cubrió el vacío dejado por el Reino Unido tras recortar brutalmente su apoyo a las ETD en 2021

En 2021, el Reino Unido redujo drásticamente su presupuesto de ayuda internacional, poniendo fin casi de inmediato a su papel clave en la compra de medicamentos esenciales para tratar la leishmaniasis visceral (kala-azar) en África oriental.

Esta enfermedad es causada por un parásito transmitido por la picadura de moscas de arena y ataca progresivamente el sistema inmunológico. Sin tratamiento, es letal. Sus síntomas iniciales son leves, pero luego evolucionan a fiebre prolongada, agrandamiento del bazo, anemia y pérdida significativa de peso. La cura consiste en una combinación de dos fármacos inyectados diariamente durante 17 días.
La retirada de la financiación por parte del Reino Unido puso en peligro el acceso a este tratamiento.

Sin embargo, gracias a una intensa labor de incidencia de MSF y otros actores, se consiguió un nuevo financiador: el END Fund. Aun así, el acceso al diagnóstico y al tratamiento sigue siendo un desafío para muchas personas afectadas por la leishmaniasis visceral en todo el mundo, especialmente en África Oriental. La inestabilidad política global y la competencia con otras emergencias humanitarias amenazan más que nunca la financiación de estas enfermedades, por lo que se necesita apoyo sostenible a largo plazo.

3. MSF pronto se unirá a la lucha contra otra ETD: la esquistosomiasis genital femenina

El estado de Jonglei, en Sudán del Sur, donde MSF gestionamos un hospital en la remota localidad de Old Fangak, tiene la mayor carga documentada de esquistosomiasis en el país. Se sospecha que muchas niñas y mujeres sufren una forma avanzada de la enfermedad conocida como esquistosomiasis genital femenina (EGF). MSF está explorando formas de mejorar la identificación y el tratamiento de esta enfermedad en contextos humanitarios, no solo en Sudán del Sur, sino también en otros proyectos en países donde el parásito está presente.

La esquistosomiasis es causada por un parásito que habita en caracoles de agua dulce. Las personas se infectan al entrar en contacto con agua contaminada. Aunque esta enfermedad es una de las "cinco grandes" que reciben la mayor parte de los fondos limitados para ETD (junto con la elefantiasis, el tracoma, la oncocercosis y los helmintos intestinales), la mayoría de las intervenciones se centran en la prevención, dejando de lado a quienes ya padecen formas avanzadas de la enfermedad.

En el caso de la EGF, las pacientes tienen una alta carga parasitaria en su sistema reproductivo y urinario, lo que causa inflamación debilitante y, en algunos casos, cánceres mortales. Es una forma altamente desatendida de una enfermedad ya de por sí ignorada. El trabajo de MSF se enfocará en garantizar un diagnóstico preciso y proporcionar el mejor tratamiento posible a las mujeres y niñas afectadas.

  • Clínica móvil MSF en el puesto de salud de Muepane, Mozambique

4. GAVI lanzó en 2024 un ambicioso programa para mejorar el acceso a la vacuna contra la rabia tras mordeduras de animales

La rabia es una de las pocas ETD prevenibles con vacunas, junto con el dengue y el chikunguña. Sin embargo, en muchos de los 150 países donde sigue siendo una grave amenaza, las existencias de la vacuna son extremadamente limitadas y su costo es elevado.

La rabia se transmite a los humanos a través de mordeduras de mamíferos infectados, generalmente perros. Si se recibe atención médica inmediata y la vacuna post-exposición, la infección puede prevenirse. Sin embargo, una vez que aparecen los síntomas, la enfermedad es 100 % mortal.

En los países ricos, la estrategia principal es vacunar a los perros para controlar la propagación de la enfermedad. Aunque el programa de GAVI no incluye la vacunación de perros, permitirá que los ministerios de salud soliciten vacunas para las personas mordidas por animales, asegurando su disponibilidad en clínicas y hospitales sin costo para los pacientes.

5. En 2024, se lanzó el primer tratamiento específico para la enfermedad de Chagas en niños y niñas

La enfermedad de Chagas es una infección parasitaria que afecta a unos 6 millones de personas en América Latina y causa unas 12.000 muertes al año. Es transmitida por insectos conocidos como vinchucas y, sin tratamiento, puede causar daño irreversible al corazón y otros órganos.

Hasta ahora, el único tratamiento disponible (benznidazol) estaba formulado solo para adultos, lo que hacía que su dosificación en niños fuera complicada. En 2024, la organización sin fines de lucro Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDi) y sus socios lanzaron la primera versión pediátrica en forma de comprimidos dispersables, facilitando el tratamiento de niños y niñas pequeños. Este avance es clave para garantizar el acceso temprano a la medicación, lo que mejora considerablemente las tasas de curación.

  • Vinchucas, las portadoras de la enfermedad de Chagas

5 grandes obstáculos que aún frenan el progreso

 

1. La inseguridad y la violencia impiden el acceso a los tratamientos

En zonas de conflicto y crisis humanitarias, la falta de acceso a atención médica sigue siendo un gran obstáculo. Por ejemplo, en Sudán del Sur y Etiopía, donde la leishmaniasis visceral es endémica, la inseguridad impide que los equipos médicos lleguen a muchas comunidades.

Lo mismo ocurre en Sudán, donde el sistema de salud se ha derrumbado debido a la guerra, afectando a quienes padecen enfermedades como la tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño) y la leishmaniasis cutánea. En muchos países de África Occidental, la violencia de grupos armados impide que las personas accedan a tratamientos para enfermedades como la oncocercosis y la elefantiasis.

2. La financiación sigue siendo insuficiente y poco sostenible

Las enfermedades tropicales desatendidas reciben solo una fracción de la financiación que se destina a otras enfermedades más mediáticas. Esto significa que los avances dependen de donaciones inestables. Por ejemplo, el recorte del financiamiento del Reino Unido en 2021 dejó un vacío crítico en la lucha contra la leishmaniasis visceral, que tardó más de un año en ser cubierto por el END Fund.

Además, muchas empresas farmacéuticas ofrecen donaciones de medicamentos en lugar de garantizar precios accesibles a largo plazo. Esto hace que cualquier cambio en la política de donaciones ponga en riesgo el acceso a tratamientos vitales.

  • Mekuanent, paciente de kala azar en Abdurafi, Etiopía

3. El cambio climático está ampliando la propagación de muchas ETD

El aumento de las temperaturas y las alteraciones en los ecosistemas están expandiendo el alcance de enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, el dengue, el chikunguña y la leishmaniasis.

Por ejemplo, el dengue, que antes era una enfermedad tropical, ahora está apareciendo en regiones más templadas debido a la expansión del hábitat de los mosquitos transmisores. Lo mismo ocurre con la leishmaniasis en el sur de Europa. A medida que el cambio climático avanza, es probable que más enfermedades endémicas en el sur global lleguen a países del norte, lo que puede cambiar la dinámica de financiamiento y acceso a tratamientos.

4. El estigma y la falta de conciencia dificultan la detección temprana y el tratamiento

Muchas ETD causan desfiguraciones o síntomas que generan discriminación y aislamiento social. Enfermedades como el noma, la lepra y la úlcera de Buruli pueden llevar a que las personas afectadas sean rechazadas por sus comunidades, lo que las obliga a ocultar su condición y a no buscar atención médica.

Por ejemplo, en algunos países, las personas con lepra siguen siendo excluidas de la vida pública y laboral, a pesar de que la enfermedad es curable. La falta de educación sobre estas enfermedades perpetúa mitos y barreras culturales que impiden el tratamiento temprano.

  • Semana de sensibilización sobre la úlcera de Buruli. Camerún.

5. La investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos avanzan lentamente

Muchas ETD dependen de tratamientos antiguos, largos o con efectos secundarios severos. Por ejemplo, el tratamiento para la leishmaniasis visceral sigue requiriendo inyecciones diarias dolorosas durante 17 días, y la enfermedad del sueño aún depende de medicamentos con efectos adversos graves.

El desarrollo de nuevas terapias es costoso y poco atractivo para las grandes farmacéuticas, ya que estas enfermedades afectan principalmente a personas en extrema pobreza. Iniciativas como DNDi han logrado avances importantes, pero aún falta mucho por hacer para desarrollar mejores tratamientos, diagnósticos y vacunas accesibles.

Conclusión

Si bien ha habido avances en la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas, los desafíos siguen siendo enormes. La inclusión del noma en la lista de ETD, la llegada de nuevos tratamientos y la expansión de programas de vacunación son señales alentadoras, pero la financiación inestable, la inseguridad, el estigma y el cambio climático continúan frenando el progreso.

Para lograr la eliminación de estas enfermedades, se necesita un esfuerzo sostenido: más inversión en investigación, sistemas de salud más fuertes y una mejor integración de los tratamientos en los programas de atención primaria.

Las enfermedades tropicales desatendidas siguen siendo una crisis silenciosa. Este Día Mundial de las ETD, es fundamental recordar que las personas que viven con estas enfermedades no deben ser ignoradas.