2024 ha sido el año más mortífero de la historia para la costa norte de Francia, con al menos 75 personas muertas en sus intentos de cruzar el Canal de la Mancha. Pero, en lugar de proporcionar la protección y el refugio que ayudarían a las y los supervivientes de los naufragios, las autoridades francesas solo han respondido reforzando las medidas de seguridad. Estamos compensando las deficiencias de los servicios de emergencia franceses ofreciendo ayuda médica y psicológica a las y los supervivientes abandonados por el Estado.
"Cuando el barco se hundió, nos quedamos en el agua esperando ayuda durante mucho tiempo. Yo llevaba a mi hermana de la mano pero, cuando llegó el barco de rescate, ya era demasiado tarde... ya estaba muerta”, cuenta Ahmad*, paciente de MSF y superviviente de uno de los hundimientos más mortíferos del año, en el que murieron al menos 12 personas el 3 de septiembre.
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© MSF
Como Ahmad, muchas personas que han sobrevivido a un naufragio o a un intento de cruzar el Canal de la Mancha se encuentran solas, tras ver a sus seres queridos engullidos por el agua. Ahmad no recibió ningún apoyo psicológico de las autoridades, y al día siguiente del naufragio, su tienda de campaña fue requisada durante una operación de desmantelamiento de un campamento en Calais. "El tratamiento psicológico en las horas o días siguientes a un suceso potencialmente traumático es esencial para tratar los síntomas iniciales y prevenir la aparición de estrés postraumático. En primer lugar, las personas supervivientes necesitan refugio y un espacio seguro que satisfaga sus necesidades fisiológicas, para poder expresar lo que les ha ocurrido en términos emocionales; después, se les puede ofrecer ayuda médica y psicológica”, explica Chloé Hannebouw, una de nuestras psicólogas en Calais.
Un fracaso de la atención
En teoría, la prefectura de Pas-de-Calais ha diseñado un protocolo especial de asistencia humanitaria para atender a los supervivientes de naufragios en la costa norte. En él se establece que los supervivientes más vulnerables tienen derecho a un refugio y que todos deben recibir ropa seca, así como apoyo médico y psicológico. Sin embargo, a pesar de estos compromisos y de los sistemas de emergencia existentes, los servicios públicos a menudo tienen dificultades para proporcionar un apoyo médico y psicológico adecuado a las necesidades urgentes de los supervivientes.
La falta de recursos disponibles es una opción del Estado francés por militarizar y asegurar la frontera en lugar de proporcionar una acogida digna. La falta de formación de los equipos médicos y psicológicos que trabajan con los supervivientes, la escasez de mediadores e intérpretes y la inadecuación de los alojamientos de emergencia -imprescindibles para evitar que las personas queden abandonadas a su suerte en la calle tras el accidente y, por tanto, no puedan recibir la atención que necesitan- son los principales obstáculos para poner en marcha una respuesta adecuada. "Los inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados rara vez buscan ayuda de forma proactiva. Tener que acudir a lugares específicos para obtener ayuda suele ser una barrera, ya que no están familiarizados con el sistema asistencial francés ni con el idioma, y a menudo temen ser detenidos y expulsados”, explica Chloé Hannebouw.
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© Mohammad Ghannam/MSF
Atención psicológica y médica esencial
Desde enero, Chloé Hannebouw ha tratado a 86 pacientes, 26 de los cuales han presenciado o sobrevivido a un naufragio o intento de travesía, o han sufrido otros acontecimientos traumáticos. Nuestros pacientes tratados presentan síntomas como flash-backs, pesadillas relacionadas con el incidente traumático, recuerdos repetitivos e invasivos y pensamientos negativos recurrentes. El sufrimiento asociado a estos síntomas es a veces tan intenso que conduce a pensamientos suicidas.
Además de la angustia psicológica, nuestro equipo médico trata lesiones y otros problemas, como heridas que se han infectado debido a la falta de tratamiento inmediato tras un hundimiento, agravada por las condiciones de vida antihigiénicas. "Los pacientes presentan quemaduras causadas por el contacto prolongado de su piel con una mezcla de combustible y agua de mar, o por una explosión en el barco. Los incidentes son frecuentes: hace poco conocí a un paciente cuyo brazo había sido herido por la pala de la hélice de un barco”, cuenta Élise Houard, una de nuestras enfermeras en Calais.
En lugar de mejorar y reforzar el dispositivo de ayuda humanitaria previsto para las personas naufragadas, las autoridades francesas aplican una política de disuasión privando a las personas en movimiento de la ayuda esencial que necesitan. "¿Cómo es posible que se deje a personas traumatizadas y en duelo vagar solas por las calles de Calais, sin refugio ni apoyo, después de que uno de sus seres queridos se haya ahogado? Privarles de refugio y negarles asistencia médica y psicológica con el pretexto de que quieren ir al Reino Unido es cínico y escandaloso”, subraya Feyrouz Lajili, nuestro coordinador de proyectos en Calais.
*Nombre ficticio para proteger la identidad de la persona.
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