Ya estamos evaluando las necesidades urgentes en las zonas afectadas. En Pibor, el hospital se ha inundado por completo. La situación empeora aún más –si cabe- una crisis humanitaria ya catastrófica.
Unas 100.000 personas que huyeron de la crisis en Venezuela viven actualmente en condiciones precarias en el estado brasileño de Roraima. Luchan por encontrar atención médica adecuada.
La ONU debe mejorar las precarias condiciones de vida en los centros de Protección de civiles en Sudán del Sur, mientras los desplazados teman por su seguridad fuera de los enclaves.
Nuestra sala de urgencias del hospital de Gambela, en Etiopía, es un trajín. Supervisarla requiere energía, dedicación y grandes dosis de resistencia. Seguimos 'in situ' la jornada de nuestra enfermera, Rebecca DeBruyn.
Voluntarios de todo el mundo ponen en el mapa el rastro y las necesidades generadas por el desastre natural y las inundaciones, que azotaron Mozambique, Zimbabue y Malaui. Las nuevas tecnologías juegan un rol clave.
Contamos con un centro de tratamiento del cólera en Tica y apoyamos una campaña de vacunación contra esta enfermedad dirigida a unas 175.000 personas. Seguimos trabajando para llevar agua limpia a la población.
Con la temporada de lluvias en camino, urge la respuesta humanitaria en temas de refugio, agua, saneamiento, comida, protección y atención médica para evitar una catástrofe.