Salud física, pero también mental

Para millones de víctimas de una emergencia humanitaria, el impacto psicológico puede ser grave. Brindamos atención médica mental para ayudar a curar sus heridas invisibles.

MSF
09/10/2020

En todo el mundo, 450 millones de personas sufren trastornos de salud mental, y se estima que una de cada cuatro personas sufrirá algún problema de este tipo a lo largo de su vida, pero aproximadamente el 60% no buscará ayuda.

A pesar de estas cifras, existe una gran brecha en la atención a las personas con problemas de salud mental, sobre todo entre las víctimas de crisis humanitarias.



Es aquí donde Médicos Sin Fronteras trabajamos con ahínco: sabemos bien que el impacto psicológico de una emergencia humanitaria puede ser grave.

Porque para las personas y poblaciones que han sufrido en todo el mundo conflictos armados, desastres naturales, hambrunas y/o epidemias, la supervivencia va más allá de garantizar el bienestar físico.

Sesión de salud mental grupal en Colombia

Y es que la salud mental se ve claramente dañada cuando se involucran factores como la violencia, la persecución, la necesidad de huir, los desastres o la falta de acceso a la atención médica.

Por esta razón, en 1998 reconocimos formalmente la necesidad de brindar atención de salud mental y psicosocial como parte de nuestro trabajo de emergencia.



Miedo, angustia, duelo…

Muchos de nuestros pacientes han tenido que separarse forzosamente de sus familias o han presenciado la muerte de seres queridos. Otros pueden haberse visto obligados a huir en busca de refugio, comida y seguridad. Estos eventos pueden inmovilizar mentalmente a las personas en un momento en el que necesitan tomar medidas para ellos y sus familias.

Miedo, inseguridad, angustia, ansiedad, duelo por la pérdida de seres queridos, síntomas de depresión, desesperanza, flashbacks y pesadillas… Médicos Si Fronteras trabajamos y nos comprometemos para aliviar esas heridas invisibles, para estar ahí, para escuchar y apoyar para que las experiencias traumáticas no lleguen a definir la vida de nuestros pacientes.

Niño yazidí superviviente de Isis (fotomontaje con fotos suyas a distintas edades)

 

¿Qué personas son más vulnerables?

En general, las personas con trastornos de salud mental se encuentran entre las más marginadas vulnerables. En la infancia, por ejemplo, no se han construido defensas suficientes para afrontar la adversidad y no se comprende lo que sucede. 

Las mujeres, por su parte, suelen estar sometidas a condiciones sociales más adversas y en situaciones de crisis asumen una mayor responsabilidad.

En la tercera edad, las condiciones de vida pueden ser precarias y sumarse a ello afecciones físicas o emocionales. También están muy expuestos algunos grupos de riesgo, como las personas con enfermedades físicas o mentales previas.

 

Así apoyamos a nuestros pacientes

En 2019, atendimos 400.200 consultas individuales de salud mental y organizamos 104.200 sesiones en grupo.

Para nosotros, la salud mental es parte integral de la ayuda humanitaria y de los cuidados médicos. Proporcionamos este tipo de atención en contextos de conflicto armado, violencia y desplazamiento; marginación y negligencia social; desastres naturales; pero también como apoyo a otras condiciones médicas como las enfermedades crónicas (VIH/sida, tuberculosis), epidemias (Ébola) y crisis nutricionales.

Asistimos a víctimas de la violencia en Tumaco, Colombia.

En las consultas de atención psicológica y las asesorías, ayudamos a nuestros pacientes a hablar de sus vivencias y a procesar sus emociones: escuchando, fomentando su expresión verbal y emocional, acompañando en el dolor, movilizando y reforzando sus mecanismos de respuesta personales, familiares y sociales, y ayudando a normalizar la situación y a restablecer los sentimientos de seguridad, confianza, autoestima y esperanza.

Nuestra respuesta tiene en cuenta tanto a las personas como a su comunidad: se trata de un enfoque psicosocial. Además, ofrecemos ayuda psicológica temprana, cuyo objetivo es reducir el riesgo de problemas psicológicos a largo plazo.

 

Actuamos en varios países:

- La violencia ha dejado profundas huellas en la salud mental en la población de Norte de Santander, en Colombia, donde hemos brindado apoyo psicosocial a varias familias que huyeron de sus hogares a causa de los combates entre grupos armados y la violencia indiscriminada contra los civiles.

- En la ruta migratoria de México, en la frontera Norte con EE. UU., ayudamos a pacientes como Karina que, debido a duros episodios de violencia que ha sufrido en su vida, tiene pesadillas recurrentes donde revive lo ocurrido, siente un miedo constante y está todo el tiempo se encuentra en estado de alerta. Le ayudamos a volver a confiar en las personas, sobre todo en ella misma. 

-Ocupados, y ahora confinados por la COVID-19. Es la dura realidad de muchos de nuestros pacientes que viven en Territorios Palestinos Ocupados. Bien lo sabe, nuestra compañera Amparo Villasmil, psicóloga en nuestro proyecto de salud mental en Hebrón. Junto a su equipo, ofrece apoyo psicológico remoto a las personas afectadas por el brote de COVID-19.

- Y entonces… Beirut explotó. El grave incidente que tuvo lugar el 4 agosto de 2020 en la capital de Líbano ha repercutido en los civiles, en especial los que vivieron de cerca la tragedia. Muchos de nuestros pacientes sufren tristeza, ansiedad, confusión y problemas para dormir o comer, dependiendo de si se vieron directamente afectados por la explosión y de su estado de salud mental anterior.

- La COVID-19 ha dejado más de un millón de muertos en todo el mundo, pero también profundos traumas y daños emocionales. Los sentimientos que causan los duelos relacionados con la pandemia son unas de nuestras preocupaciones, pero también los retos presentados por el aislamiento. Trabajamos a diario para buscar y ofrecer nuevas maneras de tratamiento.

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