Conferencia Mundial del Sida: Acercar el tratamiento al paciente, una de las claves en la lucha contra la pandemia
La generalización de estrategias comunitarias innovadoras que garanticen la atención de VIH en todas las clínicas, en todas las aldeas, en todos los países afectados, es clave para ganarle la batalla al sida. Aunque se están dando avances en la buena dirección, queda mucho camino por recorrer en la implantación de soluciones que ya han demostrado su eficacia, como el traspaso de tareas del personal médico al personal de enfermería.

Estas son algunas de las conclusiones de dos importantes informes elaborados por Médicos Sin Fronteras (MSF) en colaboración con el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), ‘Speed up scale-up’ y ‘Closer to home’, presentados en Washington con motivo de la Conferencia Mundial del Sida que se celebra esta semana.
“Una de las cuestiones más importantes que se plantean en la Conferencia es si podremos llegar a tratar al suficiente número de personas como para empezar a revertir la pandemia del VIH”, afirma el Dr. Tom Decroo, médico de MSF en Mozambique. “En esta conferencia se habla mucho de eficiencias, pero debemos asegurarnos de que los pacientes no se pierden en esta discusión. Trasladando el tratamiento a nivel comunitario, estamos haciendo converger el interés de los pacientes con el de los sistemas de salud. Estamos demostrando que podemos tratar el VIH fuera de los hospitales y conseguir que las personas vivan de forma saludable, facilitándoles la vida y aliviando la carga de los sistemas de salud. Estamos empezando a avanzar hacia un modelo de atención similar al de las enfermedades crónicas en los países desarrollados”.
Tal y como expone ‘Closer to home’, MSF ha aplicado modelos de tratamiento que ponen a las personas en el centro de la atención, como ocurre en Tete, Mozambique, donde los vecinos se reúnen en grupos de seis y se turnan para ir a recoger la medicación para el grupo; o los “clubes” de adherencia al tratamiento en Khayelitsha, Suráfrica, donde grupos de unos 20 pacientes estables reciben el tratamiento de asesores no sanitarios, quienes además les hacen el seguimiento básico; o en República Democrática del Congo, donde personas con VIH gestionan la distribución de la medicación en la comunidad.
Disponer de mejores instrumentos para anticiparse a nuevas infecciones también es decisivo. Todos los países incluidos en el informe ‘Speed up scale-up’ de MSF han cambiado sus protocolos para administrar tratamientos antirretrovirales (ARV) mejor tolerados, aunque su implementación puede depender de la disponibilidad de fondos. Pero solo cuatro de estos países tienen acceso a la prueba de la carga viral, que es crucial en el monitoreo del tratamiento del VIH/sida, y que se utiliza ya de forma rutinaria en los países desarrollados.
Tal y como apuntan las conclusiones de este informe (que repasa el estado de la lucha contra la pandemia en 23 países de África y Asia), la clave se halla en la implementación de estrategias comunitarias innovadoras. Los resultados muestran que los gobiernos de dichos países han conseguido hacer llegar mejores terapias ARV a más personas, pero que sigue pendiente un enfoque comunitario sólido.
‘Speed up scale-up’ es el primer estudio de estas características en materia de VIH y examina 25 indicadores en cada país: desde la cobertura del tratamiento ARV y la prevención de la transmisión del virus de madres a hijos (PTMH), pasando por la capacidad del personal de enfermería (en lugar del personal médico) para iniciar el tratamiento del VIH/sida y una de sus principales enfermedades oportunistas, la tuberculosis –algo decisivo para aliviar la carga de unos sistemas de salud con pocos recursos y para ampliar el tratamiento a más personas en las comunidades–, hasta cuántas estructuras de salud ofrecen terapia ARV en cada uno de los 23 países analizados.
Principales datos del estudio
- Once de los 23 países incluidos en el estudio han alcanzado una cobertura de tratamiento del 60% o más, mientras que en seis el tratamiento solo llega a una tercera parte de las personas que lo necesitan.
- Las tasas de cobertura en materia de PTMH superan el 80% en seis países, mientras que en ocho todavía se sitúan por debajo del 50%, cinco de los cuales no superan el 30%.
- Solo ocho de los 20 países de los que hay datos disponibles ofrecen tratamiento ARV en un 30% o más de sus estructuras de salud, mientras que en países como Lesoto, Malaui y Suráfrica, más del 60% de sus estructuras proporcionan tratamiento, con una cobertura superior el 50%.
- De los 18 países de África subsahariana incluidos en el estudio, 11 permiten que el personal de enfermería inicie el tratamiento ARV de nuevos pacientes: en los últimos dos años, Kenia, Suráfrica, Suazilandia, Uganda, Zambia y Zimbabue han cambiado sus políticas a tal fin. Mozambique es el país con mayor prevalencia de VIH entre los países del estudio que todavía no han adoptado esta medida.
- Aunque todos los países del informe han adoptado las líneas de tratamiento mejor toleradas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), iniciando el tratamiento ARV con un recuento de linfocitos CD4 de 350, la implementación en algunos países va con retraso por problemas de financiación.
- De los 23 países estudiados, solo cuatro tienen acceso a las pruebas de control y seguimiento de la carga viral.
“Lo que estamos viendo es que los gobiernos están trabajando para conseguir mejores medicamentos para su población y para acercar geográficamente el tratamiento a los pacientes, beneficiando así a más personas”, explica Sharonann Lynch, asesora sobre políticas de VIH de la Campaña de Acceso a medicamentos esenciales de MSF. “Pero queda mucho camino por recorrer. Más países deben cambiar sus políticas para permitir que el personal de enfermería inicie el tratamiento de pacientes y que el seguimiento pueda ser realizado por promotores de salud, garantizando así la disponibilidad del tratamiento en todas las clínicas, en todas las aldeas, en todos los países que luchan contra el VIH”.
“Soy uno de los ocho millones de personas con VIH que tienen acceso a tratamiento vital”, declara Charles Sako, que trabaja en una clínica de MSF en las afueras de Nairobi, Kenia. “Pero por cada persona como yo, hay una persona más que no tiene los medicamentos que necesita para seguir con vida. Debemos seguir presionando a los gobiernos para que utilicen las mejores estrategias, instrumentos y políticas para conseguir que el tratamiento llegue a cuantas más personas posible, lo antes posible. Y apelamos a todos los financiadores a que sigan apoyando este vital esfuerzo a nivel mundial”.
Actualmente, MSF ofrece tratamiento ARV a 220.000 personas con VIH en 23 países. Con motivo de la Conferencia Mundial del Sida que se celebra esta semana en Washington, la organización ha creado una página web con noticias, datos e informes sobre esta temática: http://aids2012.msf.org/.
Ver informe completo ‘Speed up scale-up’ (acelerar la ampliación del tratamiento) – textos en inglés
Ver informe completo ‘Closer to home’ (más cerca de casa) – textos en inglés