Miles vuelven a huir en Mozambique: reforzamos nuestra respuesta en Mueda

Una nueva ola de violencia ha obligado a miles de familias a huir nuevamente en el norte de Mozambique. En Mueda, donde ya se refugian más de 23.000 personas desplazadas, ampliamos nuestra asistencia médica, de salud mental y sensibilización comunitaria para responder a la emergencia.

MSF
28/10/2025
Los promotores de salud de MSF Jorge Francisco Matias y Sinae Mussa hablan con una mujer durante una visita domiciliaria en el campamento de desplazados de Lianda, en el distrito de Mueda.

Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos intensificado nuestras actividades en la ciudad y el distrito de Mueda tras una nueva ola de desplazamientos a raíz de repetidas incursiones violentas de un grupo armado no estatal en la ciudad de Mocímboa da Praia y otras zonas del norte de Mozambique. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 92.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en Cabo Delgado y la vecina provincia de Nampula desde finales de septiembre, incluidas unas 23.000 personas que han llegado a Mueda.

Nuestros equipos han reforzado actividades en tres campamentos para personas desplazadas (Eduardo Mondlane, Nandimba y Lianda) en Mueda, donde gestionamos un proyecto médico desde 2021. También hemos iniciado actividades en Nanili, una comunidad cercana a la frontera entre los distritos de Mueda y Mocímboa da Praia, para abordar el aumento de las necesidades humanitarias tras las recientes llegadas. Nuestro personal de promoción de salud y trabajadores de salud comunitarios están sensibilizando a las personas sobre la higiene y prevención de enfermedades, y garantizando que el sistema de derivación para atención médica siga funcionando.

Entre el 3 y el 15 de octubre, visitamos a 970 familias en los tres campamentos de Mueda y derivaron a 315 personas que necesitaban atención médica al Hospital del Distrito de Mueda o al centro de salud más cercano. También realizamos más de 400 sesiones de sensibilización grupal, a las que asistieron unas 4.500 personas.

Muchos de los que ahora llegan a Mueda se han visto obligados a huir de sus hogares varias veces durante los ocho años de conflicto en Cabo Delgado, donde cientos de miles de personas siguen desplazadas. Varias de ellas habían vivido anteriormente en estos mismos campamentos. A menudo, las personas deciden huir porque ya no se sienten protegidas ni seguras en sus comunidades. Una familia de cinco integrantes nos contó que caminaron casi 100 kilómetros hacia el interior de la provincia desde la ciudad costera de Mocímboa da Praia tras escuchar rumores generalizados de un ataque inminente.

  • El promotor de salud de MSF Issa Manzi Makaburi entrega un documento de derivación a una mujer en el campamento de desplazados de Lianda, en el distrito de Mueda.

“No teníamos dinero, así que vinimos aquí a pie. Tardamos unos tres días. Esta es la segunda vez que venimos a [buscar refugio en] Mueda”, relata Saidia Albino, quien se ha establecido en el campo de desplazados Eduardo Mondlane con su esposa y sus tres hijos. “La primera vez nos fuimos porque los combates se intensificaban en Mocímboa da Praia [en 2022], y ahora la guerra ha comenzado de nuevo. Todos se marchaban; no había razón para quedarse. Por ahora, si puedo encontrar trabajo, es mejor intentar construir una vida aquí”.

En respuesta al impacto psicológico del desplazamiento repetido y la inseguridad prolongada, también realizamos actividades de salud mental y apoyo psicosocial en Mueda, que complementan las intervenciones comunitarias en curso. La ansiedad, los síntomas psicosomáticos y postraumáticos son los trastornos más frecuentes. Hasta el momento, nuestros equipos han realizado 65 sesiones grupales de salud mental con más de 600 participantes.

Las condiciones de vida en los campos de acogida también se están deteriorando, en particular debido al acceso limitado a agua potable y saneamiento. Se prevé que la situación empeore con la inminente llegada de la temporada de lluvias y el mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. "Aunque no estamos viendo muchas emergencias médicas agudas en este momento, las necesidades sanitarias persisten. El sistema de salud local no puede hacer frente a la continua llegada de personas en busca de seguridad, lo que ejerce presión sobre unos recursos ya de por sí limitados", afirma Pedro Basílio, nuestro supervisor de actividades extramurales.

En los últimos meses, Cabo Delgado ha experimentado un repunte de la violencia, con ataques e incursiones armadas en varios distritos como Mocímboa da Praia, Balama, Montepuez y Chiúre, así como en las provincias vecinas de Nampula y Niassa.

MSF en Cabo Delgado, Mozambique

A finales de septiembre, nos vimos obligados a suspender temporalmente sus actividades en la ciudad de Mocímboa da Praia debido a la inseguridad. Además de en Mueda, nuestros equipos continúan ejecutando proyectos médicos en Palma y Macomia, que no se han visto exentas de esta ola de violencia. También estamos evaluando la situación en zonas de los distritos de Mueda y Mocímboa da Praia, donde recientemente han llegado importantes grupos de personas desplazadas.