Mozambique: finalizamos la respuesta de emergencia en Chiure tras el desplazamiento masivo, pero la crisis en Cabo Delgado sigue lejos de terminar

Nuestros equipos han concluido una respuesta de emergencia en Chiure después de que muchas de las 50.000 personas que huyeron de la violencia a finales de julio en este distrito de la provincia de Cabo Delgado hayan regresado gradualmente a sus lugares de origen. Dado que los incidentes violentos siguen generando nuevos focos de desplazamiento en otras zonas del norte de Mozambique, nuestros equipos monitorean de cerca un contexto de constante volatilidad.

MSF
16/09/2025
Respuesta de emergencia de MSF en Chiure, Cabo Delgado, Mozambique.

El desplazamiento masivo de personas, principalmente hacia la localidad de Chiure, tuvo lugar entre el 24 de julio y el 3 de agosto tras una serie de ataques de grupos armados no estatales, convirtiéndose en la mayor ola de desplazamiento repentino desde principios de 2024 en la provincia, donde aún hay alrededor de 425.000 personas desplazadas, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones.

El sistema de salud local del distrito de Chiure, ya debilitado por casi ocho años de conflicto y ciclones recurrentes, no pudo hacer frente a la repentina afluencia: de los 16 centros de salud del distrito, solo cinco están plenamente operativos.

En respuesta, entre el 31 de julio y el 5 de septiembre, MSF desplegamos clínicas móviles en campamentos de tránsito, en coordinación con el Ministerio de Salud, brindando más de 4.500 consultas médicas a adultos y niños. Nuestros equipos trataron a pacientes con malaria, desnutrición, enfermedades cutáneas, respiratorias y diarreicas. También ofrecieron consultas prenatales a mujeres embarazadas; para muchas, era la primera vez que accedían a este tipo de atención, ya que los centros de salud en sus aldeas de origen en el distrito de Chiure son inaccesibles o no son funcionales.

MSF suministramos 885.000 litros de agua potable, instalamos 10 letrinas y construimos 10 duchas y puntos de lavado de manos para prevenir brotes de enfermedades transmitidas por el agua. 4.000 personas participaron en sesiones grupales de salud mental.

  • Respuesta de emergencia en Chiure, Cabo Delgado

“Cuando llegamos, la situación era muy caótica”, recuerda Ana Mafalda, nuestra responsable de actividades de enfermería. “La gente estaba dispersa entre diferentes campos de tránsito, buscando desesperadamente a sus familiares. En el punto álgido, realizamos más de 100 consultas diarias solo para pacientes adultos, lo que significaba que teníamos poco tiempo para cada paciente”.

Nuestras actividades se centraron primero en los campos de tránsito de Namissiri y Micone y, posteriormente, en Maningane y Megaruma, donde se reubicaron las personas desplazadas. A finales de agosto, las familias comenzaron a regresar a sus pueblos de origen o fueron reubicadas desde los campos de tránsito temporales a centros de reasentamiento regulares en Chiure. “Algunas de las personas que siguen allí temen no poder regresar nunca a su casa. Otras intentan regresar solo para comprobar cómo están sus hogares y pertenencias, o para cosechar verduras en sus huertos para tener algo que comer”, dice Ana Mafalda. “La gente vive en un estado permanente de incertidumbre e inseguridad”.

Si bien la situación en Chiure se ha calmado por el momento, Cabo Delgado continúa sufriendo ataques. A principios de septiembre, la violencia en la ciudad costera de Mocímboa da Praia causó la muerte de varias personas y provocó el desplazamiento de cientos de personas hacia la ciudad de Mueda y aldeas del interior. Aunque la magnitud del desplazamiento aún no está clara, la situación requiere un monitoreo constante.

“Dar asistencia médico-humanitaria adecuada en este contexto tan volátil es cada vez más difícil”, afirma Sebastián Traficante, nuestro responsable de operaciones en Mozambique. “La inseguridad y los ataques a menudo provocan la interrupción de la atención médica en algunas zonas y crean focos de nuevos desplazamientos en otras, desbordando los sistemas locales. Esta crisis de larga duración está lejos de terminar y es crucial que las organizaciones humanitarias mantengan la capacidad de responder de forma rápida y coordinada a las necesidades emergentes”.

MSF en Cabo Delgado

En Cabo Delgado, MSF gestionamos proyectos médicos en Palma, Mocímboa da Praia, Mueda y Macomia.