Desde marzo de 2022, el recrudecimiento de los enfrentamientos armados en esta región ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares.

MSF
09/02/2024

Las estructuras médicas apoyadas por nuestros equipos en el este de la República Democrática del Congo (RDC) han recibido un gran flujo de heridos de guerra en las últimas semanas a causa de la intensificación de los enfrentamientos armados en la provincia de Kivu del Norte. ​

Los combates han provocado el desplazamiento de miles de personas y han dejado a las instalaciones médicas y a decenas de miles de civiles atrapados en el fuego cruzado. Pedimos urgentemente a todas las partes en conflicto que garanticen la seguridad de los pacientes, del personal médico y de las instalaciones sanitarias, así como la protección de los civiles y el acceso a la zona, seguro y sin restricciones, de las organizaciones humanitarias. 

  • Un trabajador de MSF y un niño contemplan la ciudad de Minova y el lago Kivu desde lo alto de una colina.

En las semanas posteriores al 22 de enero, tras una escalada de los enfrentamientos entre diversos grupos armados en la zona, unas 10.000 personas huyeron de sus hogares en Mweso y sus alrededores, en el territorio de Masisi, y buscaron refugio en el hospital general de Mweso.

En enero, y especialmente en las últimas dos semanas, nuestros equipos en el hospital gestionado por el Ministerio de Salud trataron a 67 heridos de guerra, la mayoría por heridas de bala y lesiones causadas por explosiones. Más de 50 de estos pacientes eran civiles, incluidos 21 niños menores de 15 años y 32 mujeres. Además, hemos proporcionado apoyo psicológico a los desplazados y distribuido tiendas, filtros de agua y jabón.

Con la intensificación de los combates en Mweso en los últimos días, el número de personas refugiadas en el hospital se ha reducido y muchas de ellas han huido hacia Kitshanga, Katsiru, Nyanzale Kalembe y Kashuga. Sin embargo, al menos 2.500 personas, incluidos niños cuyos padres han sido asesinados, continúan en el hospital de Mweso.

“La situación es extremadamente preocupante”, afirma el coordinador de nuestro proyecto, Çaglar Tahiroglu. “El hospital está desbordado, con miles de personas hacinadas en su interior, tratando de protegerse de los combates. Junto al Ministerio de Salud, estamos haciendo todo lo posible para brindar atención, pero no tenemos material suficiente y hay una falta acuciante de alimentos”.

  • Cientos de personas desplazadas se han refugiado en una escuela de la ciudad de Minova.

El conflicto se extiende al sur

Al otro lado de la frontera, en la provincia de Kivu del Sur, adonde han llegado 155.000 personas desplazadas desde diciembre de 2022 según las cifras de Naciones Unidas, los recientes enfrentamientos han provocado una nueva ola de llegadas. Varios miles de personas, presas del pánico, se han desplazado en los últimos días hacia la localidad fronteriza de Bweremana y desde allí a Minova, más al sur.

En el hospital general de Minova que apoyamos el personal médico ha atendido a unas 30 personas heridas entre el 2 y el 6 de febrero, incluidos cuatro niños, 10 mujeres y 12 personas que requerían cirugía.

Dado que la carretera entre Goma, capital de Kivu del Norte, y la población de Shasha, 27 kilómetros al oeste, es actualmente intransitable debido a los combates, muchas personas están siendo derivadas desde los centros de salud de la parte sur de Kivu del Norte al hospital general de Minova y a otras instalaciones sanitarias en Kivu del Sur, que se están viendo sobrecargadas de pacientes, incluido un número cada vez mayor de supervivientes de violencia sexual.

“Las estructuras médicas en Minova están saturadas y sufren una escasez de medicamentos esenciales para tratar enfermedades comunes como la malaria, las enfermedades diarreicas, la desnutrición y las infecciones respiratorias", afirma Rabia Ben Alí, nuestra coordinadora de emergencias en Kivu del Sur. “Durante las últimas cuatro semanas hemos visto duplicarse el número de casos semanales de violencia sexual que se tratan en el hospital de Minova”.

  • Un miembro del personal de MSF camina por una sala llena de pacientes en el Hospital General de Referencia de Minova, en la provincia de Kivu del Sur, al este de la RDC.

Atrapados en el fuego cruzado

A medida que los combates se intensifican y se acercan a las ciudades de Mweso y Minova, la seguridad de los civiles, del personal médico y de los pacientes se está viendo cada vez más comprometida.

En el centro de la ciudad de Mweso, varias casas han sido alcanzadas por proyectiles, que han causado la muerte de numerosos civiles. Solo en la semana del 22 de enero, se estima que 20 civiles fueron asesinados, entre ellos un niño, y otros 41 resultaron heridos. En la última semana de enero, el fuego cruzado provocó que varias balas alcanzaran nuestra base y el hospital de Mweso, hiriendo a un acompañante de uno de los pacientes, mientras que el 2 de febrero, la zona situada entre el hospital de Mweso y nuestra base de MSF fue alcanzada por un artefacto explosivo.

Debido a la falta de seguridad para sus equipos, hemos decidido reubicar temporalmente a parte de nuestro personal de Mweso y Minova.

“Seguimos brindando apoyo, principalmente de manera remota, al hospital de Mweso, así como a nueve centros de salud de la zona”, asegura Tahiroglu. El personal de MSF regresará tan pronto como la situación de seguridad lo permita. Sin embargo, no podemos brindar atención médica bajo estas condiciones; las instalaciones sanitarias ya no son seguras y el personal médico se está quedando atrapado en el fuego cruzado”.

Desde marzo de 2022, el recrudecimiento de los enfrentamientos armados en la provincia de Kivu del Norte, vinculado al resurgimiento del movimiento M23, ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares y ha provocado un desastre humanitario en una provincia ya devastada por más de 30 años de enfrentamientos armados, conflictos y desplazamientos masivos.