Las epidemias afectan cada año a comunidades de todo el mundo. En muchos países donde trabajamos, los sistemas de salud operan con recursos muy limitados y la llegada de un brote epidémico puede colapsarlos en cuestión de semanas. Como organización médico-humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF) respondemos allí donde la población necesita atención urgente y acceso a diagnóstico, tratamiento y medidas de prevención.
A lo largo de nuestra historia hemos trabajado en grandes brotes como el ébola, el cólera o la mpox, pero también en enfermedades que pasan desapercibidas en muchos medios, como el sarampión, la meningitis o la leishmaniasis visceral. Nuestro objetivo es doble: salvar vidas y evitar la propagación de enfermedades, reforzando la capacidad local y apoyando al sistema de salud para reducir el impacto de cada brote.
¿Qué es una epidemia?
Una epidemia es un aumento repentino y superior al esperado en el número de casos de una enfermedad en una zona concreta y durante un periodo determinado. Puede deberse a múltiples causas: falta de vacunación, condiciones de vida precarias, desplazamientos masivos, infraestructuras sanitarias debilitadas o cambios climáticos que facilitan la transmisión.
En algunos contextos, una epidemia puede extenderse rápidamente y convertirse en una emergencia sanitaria grave, especialmente cuando coincide con conflictos armados, crisis humanitarias o desastres naturales.
Enfermedades epidémicas más frecuentes en los lugares donde trabajamos
Cólera, sarampión, malaria, mpox, desnutrición asociada a brotes, meningitis, fiebre tifoidea, dengue, enfermedad del sueño (tripanosomiasis humana africana) y otras patologías transmisibles afectan de forma recurrente a comunidades que ya se enfrentan a múltiples vulnerabilidades.
En estas situaciones es esencial garantizar:
- Diagnóstico rápido
- Tratamiento adecuado
- Vigilancia epidemiológica
- Medidas de prevención y control
- Acceso a agua potable y saneamiento
Cómo intervenimos ante una epidemia
Cuando detectamos un brote, nuestros equipos se desplazan rápidamente para trabajar junto a las autoridades sanitarias y la comunidad. Las intervenciones se adaptan a cada enfermedad, pero suelen incluir:
- Atención médica de emergencia
Atendemos a personas enfermas en centros de salud, hospitales o unidades específicas diseñadas para manejar enfermedades infecciosas. Garantizamos acceso a medicamentos, hidratación oral o intravenosa, vacunas y atención pediátrica y materna cuando es necesario. - Puesta en marcha de centros de tratamiento
Montamos unidades de tratamiento del cólera, salas de aislamiento o estructuras provisionales cuando los centros de salud existentes no pueden absorber más casos. - Refuerzo del sistema de salud
Apoyamos a equipos locales con formación, gestión de pacientes, control de infecciones y suministro de material médico. En muchos lugares, esto permite reducir la mortalidad y mejorar la detección temprana. - Vacunaciones masivas
Organizamos campañas de vacunación para evitar que el brote se expanda, especialmente en enfermedades prevenibles como el sarampión, la meningitis o la fiebre amarilla. - Vigilancia epidemiológica
Recopilamos datos, analizamos la evolución del brote y compartimos información con las autoridades sanitarias para adaptar la respuesta y anticiparnos a nuevos focos. - Promoción de la salud y prevención
Explicamos cómo se transmite la enfermedad, cuáles son los síntomas de alarma y qué medidas ayudan a reducir contagios. Esto se realiza en colaboración con líderes comunitarios, escuelas y redes locales.
¿Cuál es la diferencia entre brote, epidemia y pandemia?
Brote: aparición puntual de casos en una comunidad o lugar específico.
Epidemia: aumento significativo y repentino de casos sobre lo habitual en una zona concreta.
Pandemia: epidemia que se propaga sobre varios países o continentes.
Por qué las epidemias tienen un impacto tan alto en algunos países
En muchos contextos donde trabajamos, las personas viven en condiciones que dificultan la prevención y la atención temprana: falta de agua potable, sobrepoblación en asentamientos informales, escasez de personal sanitario, hospitales destruidos por conflictos o desplazamientos forzados que obligan a miles de personas a vivir en refugios temporales.
Ante esta realidad, cualquier brote epidémico puede convertirse en una amenaza grave para la salud pública. Por eso seguimos abogando por más recursos, vigilancia activa y acceso equitativo a vacunas y tratamientos, especialmente para quienes se encuentran en entornos precarios.
Preguntas frecuentes sobre epidemias
¿Qué es una epidemia?
Es un aumento repentino de casos de una enfermedad en un lugar y tiempo específicos, superior a lo esperado normalmente.
¿Cuáles son las epidemias más comunes?
Cólera, sarampión, malaria, dengue, mpox, meningitis, fiebre tifoidea y brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación.
¿Cómo MSF actuamos ante un brote?
Desplegamos equipos médicos, habilitamos centros de tratamiento, reforzamos los servicios locales, vacunamos, analizamos datos y promovemos medidas de prevención.
¿Qué factores aumentan el riesgo de epidemias?
Desplazamientos masivos, falta de vacunación, conflictos armados, desastres naturales, falta de agua potable o infraestructuras sanitarias debilitadas.
¿Cómo se pueden prevenir las epidemias?
Con acceso a vacunas, saneamiento, vigilancia epidemiológica, diagnóstico temprano y sistemas de salud sólidos.
¿Por qué intervenimos en epidemias?
Para reducir el número de personas enfermas, evitar muertes prevenibles y frenar la transmisión en comunidades con pocos recursos.
¿Las epidemias siempre afectan igual a toda la población?
No. Las personas más vulnerables: niños y niñas, personas mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas, pueden sufrir un impacto mayor.
¿Cómo decidimos intervenir en un brote?
Evaluamos la magnitud del brote, su potencial expansión, la capacidad del sistema sanitario local y el acceso de la población a servicios médicos.
¿Cómo apoyamos la investigación y el acceso a tratamientos?
Colaboramos con redes científicas y exigimos acceso equitativo a vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos asequibles.