Lesbos, Grecia: las condiciones de los solicitantes de asilo se deterioran de forma dramática

Hacinados y abandonados en la isla griega, se están quedando al margen del sistema debido a los recortes en los servicios de salud, en la asistencia jurídica y en los refugios. Urge ampliar la atención médica en la zona.

MSF
24/07/2017

La protección y la atención de los solicitantes de asilo en Lesbos (Grecia) se están deteriorando de forma dramática, alertamos en un nuevo informe.

Estas personas vulnerables llegaron a la isla griega huyendo de la violencia y de guerras como las de Siria, Irak o Afganistán. Ahora “se están quedando al margen debido a las grietas del sistema y no están siendo identificadas y atendidas adecuadamente", denuncia Emilie Rouvroy, nuestra coordinadora general en Grecia.

Bajo el título Deterioro dramático de los solicitantes de asilo en Lesbos’, nuestro informe se basa en datos médicos y testimonios de pacientes, y describe los recientes y radicales recortes en la prestación de servicios de salud en la isla; recortes que también han venido acompañados de una reducción de la asistencia jurídica así como del cierre de refugios y de otros servicios esenciales.

"Entre los meses de abril y junio, mientras que la capacidad de los actores médicos para identificar a las personas vulnerables se ha reducido drásticamente, han llegado hasta cuatro veces más de personas a las islas”, explica Rouvroy. 

Ante esta situación, pedimos la ampliación de la atención médica en las islas del Egeo.

Y es que los datos revelan la vulnerabilidad real de los solicitantes de asilo en Lesbos:

  • El 80% de las evaluaciones de salud mental cumplen nuestros criterios de gravedad.
  • 2 de cada 3 de nuestros pacientes de salud mental han sido víctimas de la violencia antes de llegar a Grecia.
  • 1 de cada 5 ha sufrido torturas.
  • Cerca de la mitad de las mujeres a las que hemos realizado exámenes ginecológicos han sido víctimas de violencia sexual.

Los recién llegados son ubicados en el campo de Moria donde están expuestos a altas temperaturas. Las personas retenidas están y se sienten abandonadas, el clima de tensión es elevado y tienen lugar sucesos esporádicos de violencia.

"Sus condiciones de vida son difíciles y viven hacinadas. Al complicado sistema legal y al intenso sufrimiento personal se suman la honda sensación de pérdida del hogar, la familia y los amigos, y la violencia que muchos refugiados han padecido durante el viaje", expone Louise Roland-Gosselin, nuestra responsable de Incidencia Política en Grecia. “Están sonando todas las alarmas”, alerta.