Por cirugía mayor se entiende cualquier procedimiento quirúrgico realizado en un quirófano y con anestesia general o espinal, incluyendo la cirugía obstétrica. Nuestras actividades quirúrgicas son tan diversas como los contextos en los que trabajan nuestros equipos: desde cirugías de guerra en países en conflicto a cesáreas en clínicas de maternidad. En 2022, practicamos 118.100 intervenciones quirúrgicas que requirieron incisión, escisión, manipulación o sutura de tejidos con anestesia.

Cirugía de emergencia

Nuestros equipos trabajan en escenarios de emergencia, donde la atención especializada escasea o no existe. En sistemas de salud debilitados por la guerra o la falta de fondos, puede haber poco personal cualificado o este puede no disponer de material quirúrgico o del equipamiento médico necesarios para una operación; a veces, sencillamente el hospital que puede atender una urgencia está demasiado lejos y quien necesita cirugía no llega a tiempo.

En 2019, en Gaza, si bien con menos víctimas, las protestas de la Gran Marcha del Retorno a lo largo de la frontera con Israel continuaron y más de 1.800 personas resultaron heridas; realizamos 1.950 cirugías mayores a 609 pacientes. Además, cientos de personas heridas en 2018, que sufrieron lesiones muy complejas con gran pérdida de músculo y hueso, siguieron necesitando atención muy especializada. En cuanto a Yemen, realizamos 27.100 cirugías a las víctimas de un conflicto que ha dejado a este país y a su Sanidad en ruinas. En Siria, otro país en guerra, se practicaron 13.500 intervenciones en los proyectos que dirigimos o a los que damos apoyo.

En tales circunstancias, la asistencia que proporcionamos es vital, y la gran parte de la cirugía que practicamos es de emergencia; esencialmente son intervenciones de ginecología y obstetricia, cirugía de guerra, urgencias traumatológicas no relacionadas con la violencia (por ejemplo, para atender a víctimas de accidentes de tráfico) y condiciones patológicas que amenazan la vida (como infecciones, inflamaciones, obstrucciones, etc.).

Cirugía reconstructiva o reparadora

En los países en los que trabajamos apenas existen servicios de cirugía reconstructiva, que pueden ser vitales para que la persona retome su vida normal tras sufrir una lesión o tras una operación realizada en peores circunstancias. Por ejemplo, en el proyecto de Ammán (Jordania), donde atendemos a las víctimas de los conflictos de Siria, Irak, Territorios Palestinos o Yemen, realizamos intervenciones ortopédicas, maxilofaciales y plásticas, dentro de un paquete de atención integral que también proporciona fisioterapia y apoyo psicosocial. En 2019, atendíamos en este hospital a unos 200 pacientes al mes y practicamos 1.080 cirugías.

Asimismo, contamos con programas de reparación de la fístula obstétrica, una lesión abierta entre la vagina y la vejiga o el recto que suele producirse durante partos obstruidos o prolongados en los que la mujer no ha recibido atención cualificada. Esta lesión causa la pérdida continua de orina y heces, y la mujer a menudo acaba siendo marginada. En algunos países, ofrecemos esta intervención de forma regular en nuestros proyectos, mientras que en otros organizamos programas puntuales una o dos veces al año.

Tras más de cuatro décadas de cirugía de emergencia, hemos aprendido numerosas lecciones en el terreno y no dejamos de innovar para poder ofrecer los mejores servicios quirúrgicos a nuestros pacientes y para estar preparados para intervenir en el menor tiempo posible. 

Hemos desarrollado por ejemplo los kits de cirugía, que contienen todo el instrumental y equipamiento necesarios para iniciar actividades quirúrgicas de inmediato en cualquier entorno. 

Asimismo, contamos con hospitales inflables, que nos permiten disponer de quirófanos funcionales en apenas cuestión de horas, por ejemplo en lugares donde un desastre natural haya destruido o inutilizado las estructuras existentes.