Mucha gente no recibe atención médica sencillamente por ser quien es: son personas que sufren una exclusión social tan extrema que ni siquiera pueden ir al médico cuando están enfermas, y eso tiene graves consecuencias para su salud física y mental. A algunas personas simplemente el sistema las excluye, mientras que otras pueden tener miedo de buscar ayuda.

Entre estos colectivos a los que históricamente MSF hemos atendido, se encuentran las personas migrantes sin papeles, las minorías oprimidas, los niños y niñas de la calle, las personas sin hogar, las población penitenciaria, las personas víctimas del consumo de drogas o las comunidades de suburbios chabolistas donde la insalubridad es extrema.

Nuestros equipos les proporcionan atención médica y psicológica, así como apoyo social para facilitar su acceso a los sistemas de salud. Estos programas tienen un componente muy importante de testimonio e incidencia política: nuestro objetivo es llamar la atención sobre la exclusión que sufren estas personas y movilizar a las organizaciones civiles locales y a las autoridades competentes para que cubran este vacío.