Supervivientes y compañeros comparten sus historias sobre el impacto del tifón Rai, conocido también como ‘Odette,’ en algunas de las zonas más afectadas de Filipinas.
El tifón, también llamado Odette, azotó Filipinas en diciembre causando más de 400 muertos y afectando a decenas de miles de personas. Nos centramos en apoyar centros de salud, hacer clínicas móviles, distribuir kits de ayuda y donar materiales médicos.
Estamos presentes en dos centros de evacuación, donde hemos comenzado a distribuir bidones para almacenar agua potable y kits de prevención de COVID-19.
El tifón Hagupit se ha debilitado y aunque el nivel de los daños a lo largo de las Filipinas todavía no es claro, no parecen ser tan graves como se temía, explica Olivier Aubry, jefe de misión de Médicos Sin Fronteras. "La situación es muy diferente a la del año pasado", afirma Aubry. "El tifón
MSF se encuentra ya en el país, donde opera un proyecto de salud materno-infantil en el hospital de Palo, en la provincia de Leyte. Nuestros equipos se están preparando para la llegada de un mayor número de pacientes después del paso de tifón.
A lo largo de este medio año, los equipos de la organización humanitaria también se han ocupado de distribuir agua potable a los afectados y han ayudado a reparar las estructuras médicas y los sistemas de alcantarillado y de gestión de aguas residuales de diversas localidades y regiones del país.
En noviembre de 2013, el tifón Haiyan acabó con la vida de más de 6.000 personas, dejando a millones sin hogar. Médicos Sin Fronteras (MSF) intervino proporcionando ayuda de emergencia a las víctimas y restableciendo los servicios sanitarios para la población, especialmente los destinados a las