
¿Nueva crisis de Ébola?
El 8 de mayo se declaró un nuevo brote de fiebre hemorrágica por el virus del Ébola en la provincia de Ecuador, en República Democrática del Congo (RDC). A 18 de mayo, hay un un nuevo caso confirmado por laboratorio en la ciudad de Mbandaka. Esta ciudad tiene más de un millón de habitantes y es un puerto muy activo en el río Congo.
Este nuevo caso está relacionado con el epicentro de la epidemia, al este del lago Tumba, y se suma a las 44 personas que han presentado síntomas de fiebre hemorrágica en la región, de las cuales 23 han muerto. En cualquier caso, en estos momentos son tres los casos confirmados de Ébola, además de 20 probables y otros 20 sospechosos.
Las autoridades sanitarias nacionales han notificado que 514 personas pueden haber estado en contacto con personas infectadas y se encuentran bajo observación. Para hacer frente a la epidemia y limitar al máximo el riesgo de su propagación, estamos intensificando nuestra respuesta en las zonas afectadas: Mbandaka y Bikoro.
Nuestros equipos de emergencia ya se encuentran en ambos lugares y han establecido una zona de aislamiento con cinco camas en el hospital principal de Mbandaka, y otra con 10 camas en el hospital de Bikoro.
También están instalando dos centros de tratamiento de Ébola en Mbandaka y Bikoro, con 20 camas cada uno.
Expertos en control de infecciones
A partir de ahora, comenzarán a llegar a Mbandaka varias decenas de toneladas de suministros enviados desde Bruselas, entre los que se incluyen kits médicos, material de protección, desinfección y aislamiento (como ropa de protección, guantes y botas), lotes de logística e higiene (lonas de plástico, ki
ts de pulverización de cloro y tratamiento de agua) y medicamentos paliativos.Entre nuestro personal sobre el terreno se encuentran algunos de nuestros compañeros de terreno más experimentados en Ébola, incluidos personal médico, expertos en control de infecciones y especialistas en logística.
Más información sobre nuestra intervención actual en RDC aquí
►Esta respuesta es posible gracias a nuestro Fondo de Emergencias
¿Qué es el Ébola?
El Ébola es una enfermedad potencialmente letal provocada por el virus del mismo nombre, y es una de las más mortíferas que se conocen para el ser humano. Hasta 2014, los brotes solían ser limitados –tanto geográficamente, afectando sobre todo a áreas remotas del ecuador africano, como en el número de afectados–, pero ese año varios países de África occidental sufrieron una epidemia sin precedentes que llegó a las principales ciudades, cruzó fronteras y se saldó con casi 30.000 infectados y más de 11.000 muertos.
¿Cómo se transmite?
El Ébola no se transmite por el aire: el contagio entre seres humanos se produce por contacto con fluidos corporales, como la sangre, el sudor o el semen. Infecta a aquellos que tratan directamente con los enfermos: a quienes les cuidan, alimentan e hidratan. Por eso, no solo las familias son vulnerables: el personal sanitario está muy expuesto, ya que puede no saber que el paciente está infectado o puede desconocer las medidas de protección.
¿Cómo se trata?
No existe un tratamiento específico contra el virus y hasta hace poco tampoco había vacuna. El tratamiento estándar se centra en tratar los síntomas para aliviar el sufrimiento de los pacientes e intentar reducir la mortalidad: rehidratación oral o intravenosa, y administración de antipiréticos y analgésicos (para la fiebre y el dolor, sobre todo abdominal y de articulaciones, que puede ser muy fuerte), antieméticos (contra la náusea) y tranquilizantes. Estos cuidados intentan mantener hidratado al paciente, asegurando su nivel de oxígeno y su presión arterial, al tiempo que se le proporcionan suplementos nutricionales y vitamínicos, así como antibióticos de amplio espectro si desarrolla infecciones. Este tratamiento proporciona más tiempo al sistema inmune para que luche contra el virus de forma efectiva. Cuando el paciente se recupera, es inmune a la cepa del virus que había contraído.
¿Cómo se previene?
Prevenir la transmisión es crucial para frenar un brote. Por eso, los pacientes son atendidos en centros de tratamiento donde se les aísla con estrictas medidas de control de infecciones y donde el personal sanitario trabaja debidamente equipado con trajes de protección biológica. Resulta prioritario también identificar a las personas con las que el enfermo haya estado en contacto (es la llamada búsqueda de contactos), así como proceder al enterramiento seguro de los fallecidos. Por todo ello, son esenciales las actividades de promoción de la salud, con el fin de informar a la población sobre la amenaza que constituye el virus, sobre las medidas de protección necesarias y sobre qué hacer en caso de desarrollar los síntomas.
La vacuna del Ébola
En julio de 2015, llegó una buena noticia: una vacuna demostraba ser segura y efectiva al 100%. Se llama VSV-ZEBOV y se probó en 4.000 personas no infectadas pero que estaban en contacto directo con el virus. El hecho de que se haya desarrollado en un tiempo récord de tan solo 12 meses demuestra que, cuando se ponen los medios (financieros, políticos y científicos), los avances pueden producirse muy rápidamente. El equipo de desarrollo incluyó a médicos y epidemiólogos de nuestra organización.
El niño que engañó al Ébola
Mamadee, de 11 años, era un paciente confirmado de Ébola. Dió positivo en tres pruebas en agosto de 2014, recibió tratamiento y sin embargo allí estaba: bailando mientras amigos, familiares y pacientes lo observaban. Salta, se agacha, mueve sus caderas, da un paso a la izquierda, luego a la derecha. No se detiene, no se cansa. Tanto los pacientes como el personal médico se enamoraron de él. Mamadee se convirtió en la estrella del centro de tratamiento de Ébola en Foya, Liberia. El 4 de septiembre de 2014, las pruebas, por fin, dieron negativo, y Mamadee salió del centro sin saber el juego mortal que acaba de ganar.